Los jugadores del Mallorca durante el partido ante el Fuenlabrada. | Carlos Gil-Roig

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Fue una de las imágenes del partido. Una de esas escenas icónicas que ocupan un lugar presidencial en la pinacoteca de la temporada. Con la peor función recién finalizada y el 4-1 del Fuenlabrada escociendo en la piel del mallorquinismo, Luis García Plaza llamó a filas para reunir sobre el césped a toda la expedición. Suplentes, titulares, técnicos, utilleros, masajistas... Todos se cobijaron en torno a la figura de su entrenador, que lejos de avivar más la hoguera de la humillante derrota optó por apagar el incendio con palabras.

«El 4-1 se queda aquí. Debemos corregir y mirar hacia adelante. Hay que levantarse... A olvidar el resultado, pensar en los valores que nos han traído hasta aquí y pensar ya en el partido ante el Leganés», espetó LGP, enfadado por la pésima imagen ofrecida sobre todo en la primera parte, pero «orgulloso del trabajo realizado» hasta ahora y de la unidad mostrada por el grupo. Es uno de los valores que más ensalza el técnico del Mallorca. Y esa unidad quedó reflejada en la conjura de Fuenlabrada...

Real Mallorca

Aunque lo reconoció también en la sala de prensa, al propio Luis García le sorprendió de forma negativa la forma que tuvo el equipo de encarar un duelo que, en caso de salir de cara, hubiera significado un paso muy importante de cara al ascenso directo. De hecho, una victoria hubiera marcado una distancia notable de 7 puntos con el Almería, situado ahora a solo uno, con un partido más, tras la victoria de ayer en La Rosaleda en el arranque de la jornada intersemanal...

«No fuimos nosotros», reconoce el técnico, que también habló en la terapia de grupo del tópico «ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos». Futbolistas con peso dentro del vestuario también alzaron la voz durante la charla y todos sin excepción arroparon a Manolo Reina, uno de los protagonistas negativos del encuentro al regalar los dos primeros goles del conjunto madrileño.

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Dentro del vestuario se ha recordado que el equipo ya pasó por esta mala racha en la primera vuelta al encadenar dos derrotas y un empate en tres jornadas -curiosamente con el Fuenlabrada como uno de los rivales- y supo salir para asomar de nuevo la cabeza a la superficia y agarrar el liderato, una privilegiada posición que le arrebató esta jornada el Espanyol.

Archivada ya la debacle en el Fernando Torres, el Mallorca apenas tiene tiempo para lamerse las heridas porque ya está en capilla de cara al vital compromiso de mañana, en casa, ante el Leganés. El equipo madrileño ha reaccionado tras el cambio de entrenador, a pesar de la inesperada derrota precisamente ante el Fuenla hace dos jornadas, y el punto amarrado en Almería, un duelo que disputó durante más de 70 minutos con un jugador menos, le ha dado una inyección de moral para un equipo instalado en el playoff de ascenso y que no renuncia a las dos primeras plazas.

El Mallorca debe recuperar las sensaciones y esos valores que le han llevado hasta la cima. También a futbolistas capitales en el esquema de Luis García como Ruiz de Galarreta, clave en el maneja, como el goleador Amath.

A la espera de Valjent

El Real Mallorca está pendiente de sus internacionales para saber con cual de ellos podrá contar de cara al partido de mañana ante el Leganés (19.00 horas). Uno de los que casi seguro estarán a disposición de Luis García Plaza será el central eslovaco Martín Valjent. El defensa no participó en el partido que su selección disputó este martes ante Rusia y se espera que llegue a tiempo para el duelo contra los madrileños. Más dudas existe en el caso de Trajkovski y Lago Junior. El primero, que está en racha goleadora -suma tres goles en los dos últimos partidos-, debe medirse hoy con Macedonia del Norte ante Alemania, mientras que Lago Junior participó ayer unos minutos en el duelo que Costa de Marfil jugó y ganó ante la selección de Etiopía que le permite liderar su grupo.