Iddrisu Baba Mohamed (Accra, Ghana, 22 de enero de 1996) fue uno de los hombres del ascenso. Situado a la espalda de Marc Pedraza y Salva Sevilla durante la mayor parte del curso, Baba tuvo que dar un paso al frente el 23 de junio. La expulsión de Pedraza unos días antes, en Riazor, le obligaba a cubrir el hueco del jugador catalán y a portar el ancla del equipo en un partido sin escapatorias. No defraudó. Lejos de encogerse ante la presión que le suponía el encargo, desplegó todo su catálogo en la zona ancha. Se expresó como un veterano y ofreció todo un recital sobre el que se sustentó después la remontada. Una exhibición que también lo situó en la primera línea del escaparate. De ahí el interés del Mallorca por amarrarlo y elevar el precio de una posible salida.
Progresión
En cualquier caso, la historia de Baba y el Mallorca tampoco arranca la noche de San Juan. Llegó en enero de 2014 recomendado por los agentes de Thomas Teye Partey, que en ese momento estaba en el club, para pasar una prueba que superó con nota junto a Stephen Kwabena. Acababa de alcanzar la mayoría de edad.
Entre los responsables del fútbol base del Mallorca llamó la atención su potencial físico y lo bien amueblada que tenía la cabeza, por lo que le hicieron un sitio en el juvenil, con el que se estrenaría poco después en División de Honor a las órdenes de Pepe Gálvez y Alfonso Pérez Muñoz. Un año y medio más tarde, el 29 de agosto de 2015, debutaba con el filial en la goleada ante la Penya Ciutadella (7-1) sustituyendo a Cano.
Incrustado en la quinta de Parera, Sastre, One, Cristeto, James o Damià Sabater, Baba comenzó a demostrar su potencial en la sala de máquinas. «Su principal virtud es que roba bien el balón, sin cometer faltas. Ha mejorado en el pase corto, aunque todavía debe mejorar en el largo y le falta templanza en algunas acciones. Pero eso se coge con el paso de los minutos y lo hará», aseguraban a este diario algunos de los técnicos de la cantera en ese momento.
Ahora mismo tiene todos los números para ser considerado como una de las grandes joyas de la corona. Un futbolista que comenzó a asomarse en el Barakaldo ?jugó 30 partidos y marcó un gol con el conjunto vasco en el ejercicio 2017-18? y que en menos de un mes estará listo para debutar en Primera, donde podrá poner a prueba todo su caudal. Iddrisu Baba ya es el jugador mejor protegido del plantel gracias a una cláusula de rescisión de 45 millones de euros y, junto al recién incorporado Álex Alegría, el que tiene un contrato más extenso.
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