La Hermandad de Alfonsinos celebra el 98 aniversario en un acto marcado por la emoción y el deseo de regresar a Primera. | M. À. Cañellas

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El mallorquinismo más entregado se dio cita a manteles en el Molí des Comte en la habitual comida de la Hermandad de Alfonsinos, que celebraron con entusiasmo el 98 aniversario de la fundación de la Real Sociedad Alfonso XIII, el germen de lo que fue y es el Real Mallorca.

El acto estuvo marcado por la emoción de homenajear a mallorquinistas de la talla de Angel Gómez 'Bolao' y Toni Planas 'Tatxa' y también por el deseo de todos los presentes de volver a celebrar muy pronto este encuentro con el equipo en Primera División.

El Trofeo Sinatra, toda una institución en el mallorquinismo, fue para Fernando Gilet, regidor d'Esports de l'Ajuntament de Palma, mientras que las insignias de oro este 2014 fueron para los entrenadores Javier Olaizola y Pep Alomar, dos hombres cuya labor fue clave para que el equipo mantuviera la categoría en Segunda División y a partir de ahí se permite la licencia de seguir soñando para regresar pronto a Primera.

Ambos recibieron una enorme ovación de todos los presentes, muchos de ellos, parientes y nuevas generaciones de alfonsinos que en su día edificaron y apoyaron a impulsar lo que ahora es el Real Mallorca.

No asistió ningún miembro del consejo de administración del club balear porque la Hermandad entiende que en el escenario actual es absurdo trasladar el mal ambiente que se respira en el consejo a un fiesta como la de ayer. Además, el último año la invitación fue tramitada y no asistió ninguno de los miembros del órgano de poder del club.

Precisamente Agustín 'El Casta', que volvió a deleitar a los presentes con un monólogo mallorquinista cargado de ironía y simpatía, se acordó en varios pasajes de las batallas que se libran en el consejo. Pero ayer el mallorquinismo dio una lección de entrega a sus colores y de querer cambiar la realidad desde su pasión y entrega a los colores.

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