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El Mallorca ha empezado a explorar el mercado en busca de argumentos con los que forrar su debilitado proyecto a partir de enero. El club, que pretende paliar la endeblez que padece fortificando su sistema de contención, ya se ha puesto en contacto con el Athletic para solicitar la cesión de Xabier Etxeita. El futbolista, que no entra en los planes de Ernesto Valverde, conoce perfectamente las interioridades de la Segunda y la temporada pasada desempeñó un rol clave en la vuelta del Elche a Primera. El escaso protagonismo del central en San Mamés y la buena sintonía que existe últimamente entre ambas entidades (ya acordaron el pasado verano la cesión de Iñigo Pérez) podrían desembocar en las próximas semanas en el primer fichaje de invierno.

Xabier Etxeita Gorritxategi (Amorebieta, 1987) lleva más de tres meses dentro de la cueva. Avalado por su estupendo rendimiento en el Martínez Valero, el Athletic decidió repescarlo el pasado verano aprovechando el final de su relación con el Elche. Firmó hasta 2016 y se puso a las órdenes de Valverde. Sin embargo, fue señalado desde su regreso como el último central de la plantilla y un cuarto de temporada después es el único jugador rojiblanco que todavía no ha acumulado un solo minuto en sus estadísticas personales. En ese contexto, ya ha informado al club de su deseo de salir en enero y algunos equipos, como el Murcia o el propio Mallorca, han decidido ponerse a la cola.

Para Etxeita, su mejor carta de recomendación se redactó la temporada pasada, en Elche. Después de salir del Athletic a mediados de la temporada 2009-10 y tomar impulso en Cartagena, recaló en el conjunto ilicitano hace algo más de tres años y experimentó un crecimiento notable. Sobre todo en las dos últimas campañas, en las que disputó 76 partidos de liga. Se destapó como un tipo imprescindible para Escribá, representó un papel fundamental en una temporada histórica y se ganó, a ras de hierba, el billete de vuelta a la Catedral. De hecho, su rendimiento como franjiverde fue tan destacado que el club alicantino, al comprobar que Valverde empezaba a apartarlo de su propuesta, trató de lograr su cesión antes de que descendiera la persiana del mercado estival.

Si el Mallorca concreta la llegada Etxeita restauraría una de las zonas más desprotegidas de la pizarra de Oltra. El equipo, que ya padecía gravísimos problemas defensivos antes del descenso, sigue sin reflejar la más ínfima mejoría en ese sentido (27 goles encajados en 15 jornadas) y los movimientos que realizó la dirección deportiva durante el verano tampoco han alterado el paisaje. Ni Agus ni Miguel García se han afianzado y el técnico valenciano ha tenido que reciclar a los jugadores que ya estaban instalados en el plantel. E incluso a algunos, como Pedro Geromel, con los que nadie contaba. De momento, la pareja que más réditos le ha proporcionado la forman Bigas y Nunes, aunque el entrenador ya ha tenido que probar con otras tres parejas posibles y la estabilidad no aparece.