Los jugadores del Mallorca celebran el gol de Casadesús. | Pere Bota

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R.C.D. Mallorca Mallorca 1

Mirandés Mirandés 0

Segunda A | Jornada 6 | 22/09/2013 17:00 | Final

Mallorca 1 - 0 Mirandés

Mallorca: Miño; Nsue, Nunes,Agus, Ximo; Alfaro , Thomas, Íñigo Pérez, Alex Moreno (Martí Riverola, min. 66) ; Víctor y Gerard Moreno (Geijo, min. 80)

CD Mirandés: Dani; Flaño, Caneda, Corral, Koikili; Igor Martínez (Goiría, min, 77), Nagore, Lucena (Muñiz, min, 38), Mújica; Galarreta, Díaz de Cerio (Pablo Infante, min. 60)

Goles: 1-0, min. 28: Víctor

Árbitro: Lesma López (comité madrileño). Amonestó a Nunes, Flaño, Muñiz, Thomas,Íñigo Pérez, Martí Riverola, Agus, Nagore

A trompicones y sin alardes, el Mallorca crece. Se sigue quitando el plomo de encima el conjunto bermellón, que entre una montaña dudas ha conseguido dinamizar sus cuentas para sacar los pies del hoyo y levantar al fin la vista. Escudado en un gol de Víctor y en un gran primer tiempo a nivel coral, los de José Luis Oltra minimizaron a un Mirandés especialmente respondón tras el descanso que acabó pagando su pésima puesta en escena del principio. En total, suma 7 de los últimos 9 puntos en puja la escuadra isleña, que después de seis jornadas también parece haber encontrado la llave de su propia portería. Buenas señales para un grupo que, pese a sus problemas para despachar los encuentros, al menos se mantiene en movimiento (1-0).

La rehabilitación del Mallorca se fraguó en una agradable primera mitad en la que expuso un montón de razones para llevarse el partido. Le ayudó la flaqueza de un Mirandés enredado y generoso en el centro del campo, desbordado inicialmente por el tamaño del partido. Sus continuas concesiones en la zona con más densidad de tráfico acabaron catapultando al equipo bermellón, que a los siete minutos ya había mandado un balón al palo y comenzaba a pintar las líneas con las que marcar el territorio. Mientras los burgaleses se encogían, el Mallorca soltaba el gatillo. Gerard extendía el acoso con un disparo blando y Alex Moreno bordeaba el gol en una jugada lastrada por su exceso de revoluciones. El primer tanto estaba en el horno.

Gol reparador

Con el partido en ebullición, el Mallorca volvió a arrebatarle al Mirandés el turno de palabra y le abofeteó antes de que la acción se enfriara. Justo antes del primer tercio y aprovechando que la formación de Arconada exhibía unas señas de identidad totalmente distorsionadas, Ximo apuraba el carril izquierdo y entre él y Gerard le preparaban el terreno a Víctor para que rompiera el hielo y la balanza. Un peso menos.

Lo peor que hizo el Mallorca en la primera parte fue dejar con vida al conjunto burgalés, que se sumergió en la reanudación con otro semblante, sobre todo después de que Pablo Infante subiera al escenario. De hecho, solo tres minutos después de aparecer sobre la hierba ya había cortado la respiración del mallorquinismo con un lanzamiento de falta que repelió el palo derecho de Miño. Cierto es que justo después Dani mantenía la luz encendida al bloquear un tiro de Álex Moreno, pero el partido tenía un color y un aroma muy distinto al del primer tiempo. El Mirandés empujaba y el Mallorca notaba los primeros escalofríos. Principalmente, después de que un rechace defectuoso de Miño incrementara las posibilidades del empate y las esperanzas visitantes.

De ahí hasta el cierre, el Mallorca caminó con el miedo metido en el cuerpo y un montón de fantasmas a su alrededor. Sin embargo, las clásicas grietas de la defensa quedaron ocultas y el equipo siguió cargando las pilas. Parece que, por el momento, Oltra puede respirar tranquilo.