Los centrocampistas del Real Mallorca Antonio Luna y del Valencia CF Sofiane Feghouli (fondo-8) luchan por la posesión del balón. | Efe

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Valencia 2 - 0 Mallorca

Valencia: Diego Alves, Joao Pereira, Rami (Canales, m.43), Ricardo Costa, Guardado, Parejo, Tino Costa, Feghouli, Jonas (Cissokho, m.61), Bernat (Víctor Ruiz, m.36) y Soldado.


Mallorca: Aouate, Hutton, Geromel, Nunes, Luna (Víctor Casadejús, m.73), Martí, Pina, Tissone (Javi Márquez, m.66) , Alfaro (Pereira, m.62), Giovanni Dos Santos y Hemed.

Goles: 1-0, m.60: Ricardo Costa. 2-0, m.81: Soldado.

Árbitro: Pérez Lasa (colegio vasco). Amonestó por el Valencia a Parejo, Bernat, Canales y Cissokho, y por el Mallorca a Luna, Geromel y Javi Márquez. Expulsó con roja directa al valencianista Tino Costa (m.28).

El Mallorca sufrió su derrota más cruel del curso. Ni siquiera ofreciendo la mejor versión de la temporada, con más posesión, dominio y ocasiones en Mestalla que el Valencia, que jugó una hora en inferioridad, el grupo balear pudo rescatar algo de oxígeno para aliviar una situación crítica. Sacudido por su agujero defensivo y la gran actuación de Diego Alves, el conjunto isleño abandonó la capital levantina demacrado y con las cicatrices del golpe anímico en el rostro despues de un atisbo de recuperación que no se tradujo en nada tangible. Aunque la escuadra balear ofreció síntomas evidentes de mejoría, la clasificación marca la realidad. La salvación ya está a seis puntos y este Mallorca, jugando mal, regular o bien, va de cabeza al abismo de la Segunda División . (2-0) Manzano agitó la coctelera del banquillo y le salió un once extraño. Distinto. Inédito. Cambió el sistema, apostó por el 4-3-3 con Pina, Tissone y Martí en el trivote, Giovani y Alfaro por las orillas y Hemed en la vanguardia. Así, de un plumazo, se ‘cargó’ a Nsue, Pereira, Javi Márquez y Víctor Casadesús.

Después de un arranque caótico, con dos internadas seguidas de Feghouli, el equipo mostró otro aire. El técnico jienense le desabrochó del corsé táctico y los jugadores lo agradecieron con su mejor versión de la temporada. Solidario, ordenado, metiendo pierna y cómodo, muy cómodo, con el balón. Era otro Mallorca. Con diálogos constantes entre extremos y laterales, un trivote robando y creando, Gio por donde quería y el candado bien puesto atrás. No hubo trazos del pelotazo de antaño. Esa mejoría no se trasladó al marcador en un primer cuarto de hora notable de la escuadra balear. Y gozó de dos ocasiones de oro. De esas que se acaban pagando. Porque a los nueve minutos, una pared en la banda, la conducción de Gio y un regalo en forma de pase de la muerte que Alfaro desaprovechó con un tiro rechazado por Alves, el héroe de la noche. Y a los quince minutos, un pase al espacio de Martí que dejó solo al ‘9’ ante el meta, que le adivinó la intención y evitó el 0-1.

Con el Valencia tocado, una agresión de Tino Costa a Pina debilitó a la escuadra local.

La expulsión del centrocampista argentino acentuó el dominio rojillo, que convirtió el partido en un monólogo. Alfaro desaprovechó un par de contraataques y Luna gozó de otra ocasión tras una jugada iniciada por Hutton, el lateral escocés que fue casi un extremo. Mestalla cargó las iras contra Pérez Lasa al filo del descanso tras una caída de Feghouli dentro del área.

El Mallorca salió de la cocina del descanso lanzado a por la victoria. Y dispuso de ocasiones para justificar su insultante dominio. El grupo balear manejaba los hilos. De un lado a otro. Ahora por la derecha, ahora por la izquierda. Llegó una oportunidad de Luna, tras una acción de seda, y un cabezazo de Nunes que lamió el poste. Y la máxima se cumplió. El Valencia, silbado por su público, sacó el máximo jugo a la nada aprovechando la debilidad balear a balón parado. Ricardo Costa estuvo más listo que los centrales y Aouate para cabecear al 1-0. Injusto, pero real.Manzano puso a Pereira, Márquez y Víctor para tratar de equilibrar el duelo. El delantero mallorquín pudo empatar, pero Diego Alves, estelar, rechazó su cabezazo. La contestación del Valencia volvió a ser letal. Jugadón de Parejo y gol de Soldado. Se acabó. La salvación ya está a seis puntos. El abismo aparece al fondo del acantilado. Es como para echarse a temblar.