El delantero israelí del RCD Mallorca Tomer Hemed (d), disputa el balón al defensa del Athletic Club Borja Ekiza. | Montserrat T. Diez

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Mallorca 0 - 1 Athletic

Mallorca: Aouate; Geromel, Nunes, Bigas, Nsue; Pina, Giovani (Brandon, min.73), Tomer, Javi Márquez (Martí, min.73), Victor y Arizmendi (Alfaro, min.86).

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Laporte, Aurtenetxe; San Jose, Herrera, De Marcos (Gurpegui, min.80); Susaeta (Ibai, min.63), Aduriz y Muniain (Toquero, min.89).

Árbitro: Del Cerro Grande (C. Madrileño). Amonestó a Bigas (min.44), Geromel (min.57) y Brandon (min.88) por parte del Mallorca. Amonestó a San José (min.30), Laporte (min.34) y Susaeta (min.60) por parte del Athletic.

Gol: 0-1, min. 11, Aduriz.

La tarde resultó cruel para el Mallorca, que jugó como nunca y perdió como siempre. El grupo balear ofreció una versión mejorada en relación a las funciones precedentes; amontonó media docena de ocasiones claras; desplegó un fútbol más vertical y mereció cerrar el duelo con algo más tangible que una derrota dulce. Pero el triunfo fue para el Athletic, que exprimió al máximo un cabezazo de Aduriz a los diez minutos para alzar los brazos en Son Moix y asomar la cabeza a la superficie. La mejoría no le sirve a la escuadra balear, que iguala los peores registros de su historia: ya suma 14 partidos oficiales sin ganar. Más bien todo lo contrario. El empate del Granada le empuja al abismo que conduce a Segunda División (0-1).

El conjunto bermellón se estrelló contra su propia ansiedad. Solo así se entiende que se retire al descanso perdiendo después de acumular seis oportunidades clarísimas. O que Víctor desperdicie una ocasión a puerta vacía y dentro del área pequeña. O que sea incapaz de generar peligro en ninguno de los ¡15 córners! que bota. O que el enemigo se adelante en su primera aproximación... Pero el fútbol no entiende de méritos y sí de eficacia. Y ahí fue mejor el Athletic.

Y eso que el Mallorca salió enchufado. Dispuesto a recuperar parte del crédito perdido en sus dos últimas actuaciones ante Levante y Sevilla. Caparrós situó a Nsue en el lateral y a Arizmendi por delante, con Gio en la banda izquierda. Pero a las primera oportunidad, el Athletic conectó un directo al mentón balear. Iraola, el amo y señor de la banda derecha, se sacó de la chistera una rosca que rentabilizó Aduriz, tras ganarle la espalda a Nunes, con un cabezazo cruzado que no pudo atajar Aouate. Lo peor que podía pasar, sucedió. Sin embargo, el Mallorca pareció no acusar el mazazo y reaccionó con casta, coraje y ocasiones.

Desde el gol encajado hasta el descanso, las huestes de Caparrós fabricaron ocasiones de lujo. Al cuarto de hora, Giovani prendió la mecha de las oportunidades perdidas con una falta directa a la escuadra que abortó Iraizoz. Al filo del descanso, los mismos protagonistas y el mismo desenlace. Entre medias, un carro de remates: Hemed, Márquez, Hemed, Víctor...que se estrellaron en un inspirado Gorka. Y el Athletic pudo cerrar el partido con un chut de Aduriz que rozó el poste derecho de Aouate.

El segundo acto nació igual, con el Mallorca apoyado en las cabalgadas de Arizmendi, las acciones a balón parado de Gio y la pelea de Hemed y Víctor. Precisamente el mallorquín tuvo en sus botas el empate en el minuto 52. Bigas le entregó el balón y Casadesús, a puerta vacía y en área pequeña, remató fuera. Esa acción marca el estado de ansiedad de un grupo inmerso en la crisis.

Caparrós movió piezas (Martí y el debutante Brandon) pero acusó el desgaste físico del primer acto y apenas generó peligro. Hasta Aouate, que antes había evitado la sentencia tras otro testarazo de Aduriz, se sumó al ataque en la última acción del choque, pero no alteró el destino de un equipo que ya ha entrado en la UCI. Agárrense que vienen curvas.