Joao Victor disfruta de su mejor momento tras una temporada en la sombra | Jaume Morey

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Después de dos temporadas de altibajos, de vivir envuelto por la penumbra, Joao Victor Albuquerque Bruno (Olinda, Brasil, 1988) vuelve a sonreír. El mediocentro, que se pasó todo el verano masticando su salida de Son Moix, se encuentra de nuevo en la primera línea del expositor bermellón. La buena marcha del Mallorca ha acentuado la metamorfosis de un jugador diferente que ha renovado su decálogo tras las seis primeras jornadas. Reconoce el brasileño que hasta hace unos meses su único deseo pasaba por abandonar el club, por reiniciar su carrera en cualquier otro punto del continente. Sin embargo, el apoyo de su familia, fundamentalmente su mujer, la llegada de Geromel y Anderson o dotar a su fútbol de esa pizca de agresividad que reclama Caparrós han alterado su situación y su carácter. Ahora sólo quiere hacer historia vestido de rojo.

-Parece que el Mallorca está empezando a disfrutar del mejor Joao Victor...

-Me encuentro muy a gusto, muy contento, con mucha confianza en todo lo que hago. Y creo que eso se nota porque las cosas me están saliendo bien.

-En cuanto cayó lesionado Javi Márquez nadie dudo de que le tocaría asumir su puesto

-Lo de Javi ha sido una lástima, porque además de que venía cogiendo ritmo es un jugador importante para el equipo. Pero el fútbol tiene estas cosas y ahora me ha llegado la oportunidad y sólo trato de hacerlo lo mejor que sé para quedarme ahí.

-¿Qué ha cambiado para que todo sea tan distinto para usted ahora?

-La verdad es que no sé qué ha pasado, sólo que me siento mucho más cómodo y seguro de mí mismo ¿La razón? Sinceramente, la desconozco. Sí que aprecio que la gente, sobre todo el entrenador y los compañeros, confían más en mí y que ahora tengo más libertad para hacer algunas cosas.

-¿Se vio fuera del Mallorca en verano?

-Sí. No estaba contento aquí y mi mujer tampoco. Un futbolista siempre quiere jugar y cuando no lo hace y las cosas salen mal nada funciona. En casa no estaba bien y mi mujer no se sentía a gusto porque me cabreaba fácil, por cualquier cosa. No tenía ganas de seguir en el Mallorca. Sin embargo, acabé marcándome esto como un reto. Si he venido a este club no es para pasar sin dejar mi marca o para marcharme sin más, sin hacer algo bueno. Me propuse que tenía que jugar y que tenía que hacer historia con el Mallorca.

-¿Por qué decidió dar ese giro? ¿Habló con Caparrós?

-Fue, sobre todo, gracias a mi mujer. A pesar de que ella también quería que nos fuéramos, al mismo tiempo me daba mucha confianza. Mis padres y el resto de la familia también lo hicieron y me ayudaron muchísimo. Me han dado mucha fuerza y todo fue gracias a eso, con el míster no hablé.

-¿Y qué le pasaba la temporada pasada?

-No lo sé. Creo que cuando jugué lo hice bien, pero después desaparecí del equipo y no volví a hacerlo. El míster y los directivos siempre me han pedido que tuviera más agresividad en el campo. Soy una persona muy tranquila y creo que al jugar mi personalidad también lo es. Pero a Caparrós le gustan los jugadores más agresivos y creo que ése fue un factor importante para que jugara tan poquito el año pasado.

-¿Ahora está preparado para ser el líder del Mallorca?

-Lo estoy y estoy trabajando para serlo. Es mi tercer año aquí, conozco bastante mejor la Liga, he jugado contra todos los rivales y me siento preparado.

-¿Qué tal se asocia con Pina?

-Me siento muy bien con él, igual que con Martí o con Javi (Márquez). Pero Pina es un jugador muy diferente a mí y creo que nos complementamos muy bien en el campo.

-En su caso, ha conseguido además pasar por delante de un emblema del mallorquinismo como Martí.

-El fútbol son momentos y tienes que aprovechar los tuyos, esos en los que te sientes bien y tienes confianza. Es lo que estoy haciendo ahora. Con Martí me llevo muy bien, es muy importante y seguro que acabará jugando también. La liga es muy larga y seguro que todos tenemos sitio.

-Su mejor momento le llega además en su posición natural, pero le hemos visto como central, como lateral...

-Así es (risas), pero ahí no me siento a gusto. Si es para jugar lo haría hasta de portero, pero a mí lo que me gusta es actuar de medio centro. En Uzbekistán y Brasil ya había jugado en esas posiciones, aunque muy poquito. No me gusta. Y Anderson y Pedro (Geromel) lo están haciendo muy bien, así que espero no tener que retrasar mi posición otra vez (risas). Eso sí, que Nunes se recupere pronto porque le vamos a echar de menos.

-Habla de Anderson y Geromel y da la sensación de que su llegada le ha ayudado muchísimo.

-Sin duda. Me ha ayudado mucho porque aunque el equipo es como una familia y todos los compañeros son muy buenas personas tener a algunos que hablen tu idioma y sean de tu país o tengan tus costumbres es genial. Nuestras familias también se relacionan y eso es importantísimo. Más de lo que parece. Mi mujer estaba muy sola y ahora se siente mucho mejor. Y mi hijo puede jugar con la hija de Anderson. Ahora no se me pasa por la cabeza irme.

-Volviendo al equipo, ¿le van a afectar todos esos problemas que azotan ahora a la defensa? Porque está siendo una semana muy dura.

-Esperemos que no porque todos los compañeros están preparados para jugar y para hacerlo a un nivel muy alto. Al que le toque salir lo hará bien. Pero sí, está siendo una semana muy complicada. Durísima.

-En cualquier caso, el grupo parece sólido.

-Mucho. Creo que hemos adoptado el espíritu de Caparrós y que ya jugamos a su estilo. Eso nos viene bien.

-¿Y qué le parece el trabajo con Caparrós? ¿Mejor que con Laudrup, que fue su primer técnico aquí?

-Con Caparrós estoy bien. Tiene su estilo, igual que Laudrup tenía el suyo, y me gusta mucho. En cuanto a Laudrup, me ayudó mucho y tuve mucho protagonismo con él.

-¿Cree que este Mallorca acabará haciendo historia o que puede pelear por algo más que la permanencia?

-Todos queremos hacer historia y que dentro de veinte años se nos recuerde. Pero no sirve de nada hacer el mejor inicio si después nos desplomamos. Tenemos que seguir con este nivel y saber a qué jugamos. Ir poco a poco y luego, ya veremos.

-Y a nivel personal y tras un año tan duro, ¿qué pretende?

-Quiero jugar todos los partidos. Los de Liga, los de Copa, los amistosos... Todos. Hasta los de los entrenamientos.

-¿Sueña también con ser internacional?

-Algún día, pero sé que es difícil y que en Brasil hay muchos futbolistas, aunque jugando en una liga como la española hay más opciones. Siempre tomo como ejemplo a Jonas, del Valencia. Llegó sin ser conocido y es fijo en la selección. En un año cambió su vida. He sido internacional hasta la categoría sub'17, con Marcelo, Anderson, del Manchester, Renato Augusto, del Bayern... Todos son ricos menos yo (risas).

-El domingo, partido complicado ante el Granada.

Es el encuentro más importante hasta ahora. Venimos de sufrir la primera derrota y en casa tenemos que ganar, sobre todo a los equipos de nuestra liga.

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«Todos queremos que se recuerde a este Mallorca, pero si luego nos desplomamos este inicio no servirá de nada»

Sobre la posibilidad de pelear por algo más que la salvación