Caparrós asume el mando

«Afronto esta segunda temporada con muchas ganas e ilusión», destacaba el andaluz. «Estoy muy contento con este acuerdo con el club. Hemos sintonizado muy bien con los futbolistas, los dirigentes y la afición y estamos muy ilusionados con este nuevo paso que damos para crecer más y siempre unidos. Como dije cuando llegué vamos a dedicarle 25 horas al Mallorca y ahora estamos con un plus más de agradecimiento, sobre todo, porque para mí lo más importante es el factor humano», añadía para argumentar su continuidad en Son Moix.

Caparrós también dejaba claro que a partir de este verano no se pueden reeditar los errores cometidos por Serra Ferrer al frente de la dirección deportiva, ya que la mayoría de sus incorporaciones han quedado relegadas a un segundo o un tercer plano durante el curso que acaba de concluir. «Vamos a intentar equivocarnos lo menos posible. Tenemos que acertar en la gente que incorporemos, hay chicos que cumplen contrato, bastantes, y en esas incorporaciones hay que tener un porcentaje grande de acierto», especificaba el técnico al respecto. «Estamos en unos momentos de crisis a la hora de buscar fichajes, así que la cantera será la materia prima de la próxima temporada, hay que dar confianza a la gente que se va a quedar y ya veremos donde podremos llegar», agregaba con respecto al que será el cuaderno de ruta de la entidad a partir de este mismo verano.

«Es importante ir temporada a temporada. La relación es buena y fluida pero ya tendremos tiempo para hablar y alargar contratos. Es una opción buena para las dos partes», mantenía. «Esto es una continuación del contrato de octubre y vamos a esperar a más tiempo», aportaba al ser cuestionado sobre si tendría tiempo suficiente para sacarle el jugo a las categorías inferiores de la entidad.

Acerca de los problemas institucionales que han sacudido a la SAD durante los últimos meses y su continuidad, el preparador utrerano lo sigue teniendo muy claro: «A nosotros lo que nos vale es la relación que tenemos con el presidente y el máximo accionista. Tenemos una coraza y lo de fuera ni nos llega. Todos queremos que haya paz, pero en el fondo no nos afecta».