El defensa del Atlético de Madrid Diego Godín (i) pugna por el balón con el delantero israelí del RCD Mallorca Tomer Hemed. | Efe

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Mallorca 2 - 1 Atlético de Madrid


Mallorca:
Aouate, Chico, Ramis, Nunes, Cáceres: Pereira, Martí, Tejera (Tissone, min. 41), Castro (Pina, min. 82); Víctor y Hemed (Cendrós, min. 54).

Atlético de Madrid: Curtois; Juanfran (Fran Mérida, min. 61), Miranda, Godín, Filipe Luis; Salvio, Gabi, Mario Suárez (Arda, min. 57), Adrián; Koke y Falcao.

Goles: 1-0, min. 47: Godín en propia puerta, 2-0, min. 49: Pereira; 2-1: min. 66: Falcao

Árbitro: Turienzo Álvarez (comité castellano-leonés). Expulsó con tarjeta roja directa a Iván Ramis en el minuto 51. Amonestó al 'Chori' Castro, Aouate, Gabi.

Unas gotas de fortuna, la manopla de Aouate y un ejercicio de resistencia en el tramo final del encuentro. El Mallorca se apoyó en estos argumentos para frenar al Atlético de Simeone, agarrar un triunfo de oro que le permite abrazar media permanencia y tomar aire en el inicio de la semana más exigente del curso. El grupo balear exprimió al máximo su pegada en el arranque del segundo acto -marcó dos goles nada más salir del descanso- y supo arremangarse tras la posterior expulsión de Iván Ramis para resistir el asedio de su enemigo y mantener la ventaja hasta el final. (2-1)

El descanso partió en dos el partido. Literal y conceptualmente. El primer tiempo fue obtuso, ramplón e infumable. El segundo, una maravilla. Con ritmo, fútbol, goles, polémica, expulsados y un estado de ebullición insólito por estos lares. Hasta la grada, habitualmente en silencio, vibró por la agresividad de un bloque que apeló a la solidaridad y el esfuerzo para volver a alzar los brazos.

La primera parte no dejó nada en el cuaderno. Dos equipos enredados en la presión, con pérdidas constantes y concentrados únicamente en resguardarse los pies. Caparrós improvisó con Tejera en la creación y Hemed por detrás de Víctor en detrimento de Tissone y del enrachado Nsue. La única nota reseñable, un disparo de Castro al lateral de la red y un mano a mano de Víctor Casadesús que estrelló en el cuerpo de Courtois. La acción, en la frontera del descanso, había nacido en Tissone, sustituto del lesionado Sergio Tejera.

El entretiempo lo alteró todo. Lo que había sucedido en todo el primer tiempo, pasó en diez minutos de locura. De bendita locura. En un pestañeo, hubo dos goles, una expulsión de Ramis, un penalti detenido por Aouate...

El Mallorca irrumpió con todo en el descanso y aprovechó la siesta colchonera para abrir una brecha notable en el marcador. El mérito del primer gol nació en Tissone, que abrió a banda y recogió el balón tras un rechace para entregárselo al Chori. La fortuna convirtió el pésimo chut de Castro en gol, tras la colaboración de Godín, ya que el disparo iba a saque de banda... Sin tiempo para que el Atlético se diera cuenta del primer bofetón, le llegó el segundo. Hemed tocó para Víctor, éste vio a Pereira que fusiló en carrera con un chut ajustado al palo. Minuto 49 y 2-0.

Sin embargo, los de Simeone no se arrugaron. En una melé, Ramis se tiró con todo, incluso con la mano, para impedir el gol sobre la misma línea y el árbitro le expulsó. Falcao tomó el cuero, pero Aouate le adivinó el golpeo y detuvo el penalti.

Sin embargo, el Cholo metió a Arda y Fran Mérida y el Atlético volcó el campo. Falcao recortó con una obra de arte, un gol al estilo Messi -un par de fintas y una vaselina de lujo desde la frontal- en el minuto 65. El Mallorca, con un menos, supo resistir el asedio de su enemigo, y se alió de nuevo con la fortuna minutos después, con una paradón de Aouate y un chut a bocajarro de Fran Mérida al poste. De ahí al final, apoyado en un sistema defensivo notable, los isleños supieron sufrir y alzar los brazos. El miércoles, otra final en El Molinón. Sin Castro, Pereira ni Ramis. Habrá que volver a sufrir. Al final del camino, ya se divisa la Tierra Prometida...