Los jugadores del Mallorca celebran, en el centro del campo, el punto conseguido ayer en el estadio de Mestalla. | Heino Kallis

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Emilio Nsue ha pasado de rajador a goleador en un momento. Hace apenas diez días, el mallorquín arrojaba chatarra contra su entrenador por quitarle de «enmedio» y cargaba contra un compañero -en concreto Michael Pereira- por unas supuestas declaraciones del francés insinuando que jugaba por su representante... Sin embargo, Joaquín Caparrós no sólo no le ha castigado, sino que ha reaccionado a esas críticas con minutos de juego. Hace una semana, en el encuentro disputado en el estadio de Son Moix ante Club Atlético Osasuna, Nsue entraba en el segundo tiempo y conectaba un cabezazo que servía para atrapar un punto.

En el día de ayer, las molestias de Gonzalo Castro, le abrieron las puertas de la titularidad. Nsue no salió desde el inicio desde el partido disputado ante el Levante el pasado 7 de enero. Dos meses después, el internacional sub-21 regresaba a desfilar con los elegidos. Y Emilio lo agradeció con su mejor partido del curso. Incrustado por banda izquierda, colaborando con Cáceres en tareas de contención, el fubolista mallorquín resultó clave para la reacción isleña en el segundo acto. Después de una buena triangulación, Nsue rentabilizó un pase de su amigo Michael Pereira para acortar distancias y encender los murmullos en Mestalla. Después de no marcar un gol en el campeonato doméstico durante más de un año, ahora ya suma dos en apenas siete días...

Para completar su gran tarde, Nsue asistió a Víctor Casadesús en la acción que desembocó en el 2-2 definitivo. El mallorquín todavía no renuncia a los Juegos Olímpicos. Pese a no entrar en la última convocatoria facilitada por Luis Milla, Nsue confía en resurgir en el tramo final para volver a llamar la atención del seleccionador.