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Mallorca 1 - 1 Osasuna

Mallorca: Aouate; Chico, Ramis, Nunes, Cáceres (Nsue, min. 67); Pereira, Tissone (Tejera, min. 46), Martí, Castro; Víctor y Alfaro (Hemed, min. 46).

Osasuna: Andrés Fernández; Marc Beltrán, Sergio Fernández, Miguel Flaño, Damián; Cejudo (Nekounam, min. 89), Loé, Lolo, Lamah (Torres, min. 74); Raúl García; Nino (Timor, min. 81).

Goles: 0-1, min. 46: Cejudo; 1-1, min. 72: Nsue

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Damián, Tissone, Cejudo, Chico, Timor.

De avivar las llamas del incendio durante la semana, a rebajar la temperatura del entorno con un gol analgésico. Emilio Nsue ha recuperado la sonrisa y puede que el pulso de un Mallorca que estaba a punto de encarar las rampas más duras de la Liga con el alimento justo. Después de hablar más de lo necesario en la antesala de la jornada, el canterano, enrabietado por su situación dentro del vestuario, decidió volver a expresarse en el campo y acudió al rescate de un equipo que llevaba muchos minutos navegando a la deriva. Demasiados, teniendo en cuenta sus restricciones. Su cabeza y el fútbol de Sergio Tejera, que bajaba de nuevo a la arena tras cuatro meses encerrado en la cueva, habilitaron esta vez a una formación con dos caras totalmente enfrentadas. Puede que al observar la que se avecina la felicidad no resulte completa, pero tal y como se presentaba la tarde, el punto debería ser bienvenido. Y muy bien valorado (1-1).

Tiempo perdido

Siguiendo una tendencia que amenaza con ser habitual, el Mallorca volvió a arrojar un asalto a la papelera. Joaquín Caparrós, fiel a lo que había estado meditando durante la semana, devolvió a Chico al lateral derecho, aunque se destapó con la inclusión de Alfaro en lugar de Hemed. Pero el onubense, que se empotró en el plantel como un teórico hombre de referencia, lleva toda la campaña mostrándose como un tipo voluntarioso. Así, sin más. Lo intenta, se esfuerza por participar y se involucra de vez en cuando en la fabricación de alguna oportunidad. Pero de ahí no pasa. Y aunque el técnico renueva una vez tras otra su confianza, la realidad indica que se encuentra todavía varios pasos por detrás de Tomer Hemed.

En cualquier caso, el verdadero inicio de partido para el Mallorca lo marcó el descanso. Hasta entonces, baleares y navarros sólo le habían dado forma a una función plana y anodina que únicamente se alteró al asomarse el descanso a la vuelta de la esquina. Una jugada a balón parado, un pésimo despeje y un remate de Cejudo impulsaron de forma inmerecida al cuadro osasunista y le abrieron los ojos a la escuadra balear, que se largó al vestuario con el miedo adherido a la piel.

Caparrós agitó su libreta tras el descanso y dio con la tecla. O mejor dicho, se echó en brazos de Tejera. El técnico utrerano apartó de la batalla a un gris Tissone y al desparecido Alfaro y la entrada del mediapunta catalán, unida a la arrolladora presencia de Hemed, colorearon por fin el partido. La reacción la completó Nsue, que cuando solo llevaba unos minutos sobre el campo le sacó el zumo a una banana de Tejera. Otra vez la pizarra, ahora con nuevos protagonistas, alejaba al Mallorca del precipicio.

Los baleares se sintieron al fin superiores con el empate a cubierto y casi fuerzan la victoria en los minutos finales, aunque su oposición se quedó a medio camino.