Víctor felicita a Tomer Hemed tras marcar uno de los goles del partido de la primera vuelta.

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Con el fuego propagándose por los pasillos de Son Moix y el club agitado en todas las plantas, el Mallorca vuelve a jugarse el tipo a ras de hierba. Los de Joaquín Caparrós, lastimados aún por los efectos de su reciente excursión a Anoeta, reciben a Osasuna en un encuentro fundamental para mantener al equipo aislado del alboroto institucional e impermeabilizado frente a la húmedaD del sótano de la Liga. Porque aunque una victoria suavizaría la temperatura en el Camí dels Reis, otro fracaso amenaza con desplazar la crisis al tapete y acarrearía una serie de consecuencias imprevisibles a medio plazo (Iberostar Estadi, Canal + Liga 2 y PPV, 18.00 horas).

No consigue el Mallorca encontrar ese plataforma que la propia competición le reclama si quiere ahorrarse problemas. El grupo balear, que en los últimos meses ha endurecido su aspecto y se ha forjado una imagen muy similar a la que proyecta su entrenador, no consigue en cualquier caso aliarse con la regularidad necesaria para salir del agujero y acomodarse en la superficie. Alterna actuaciones llenas de brillo con sombras gigantescas y aunque hasta ahora se ha mantenido siempre a una distancia prudencial de las brasas, cualquier mínimo error en su domicilio podría achicharrarle.

Caparrós tampoco lo ha tenido fácil durante la semana para preparar el examen al que se presentan sus hombres. Acostumbrado a contemplar las disputas internas del club desde la lejanía, al técnico ha vuelto a estallarle otra granada dentro del vestuario. Siguiendo los pasos de Zuiverloon aunque protagonizando una historia bien diferente, Emilio Nsue ha alzado la voz para recriminarle al técnico la falta de minutos, para recordarle al público que le exige más que a otros futbolistas y para señalar a uno de sus compañeros, Michael Pereira, como el presunto culpable de su suplencia. Pésimamente asesorado, el jugador mallorquín iniciaba un nuevo conflicto entre el colectivo que ha hecho tambalearse los cimientos del vestuario. Y para que nada alterase el orden de puertas para adentro, todo debería quedar sepultado esta misma tarde bajo otro buen resultado.

Reproches personales aparte, Joaquín Caparrós parece tener claros sus planes y todo apunta a a que debería clonar sus últimas propuestas, aplicándole únicamente pequeñas permutas. La más notable de todas señala al posible regreso de José Manuel Flores, Chico , al lateral derecho de la defensa en detrimento de Martí Crespí. El defensa pobler ha rendido a buen nivel en el parche aplicado por el técnico ante la baja de Cendrós, pero el peso del central gaditano, uno de los jugadores más decisivos del curso, parece que va a imponerse de nuevo sobre el equipo inicial.

A partir de ahí, flota la sensación de que no va a cambiar nada. Pereira, a pesar de la polvareda que ha recibido esta semana, parece fijo en el costado derecho del centro del campo con el Chori Castro recostado en el otro perfil. Y en medio, Tissone y Martí al volante. La ausencia de Pina, lesionado, le ha abierto además las puertas de la convocatoria a Sergio Tejera, que podría volver a disfrutar de algún minuto en el segundo tiempo. También se quedan al margen de la lista Kevin, Joao Victor, Cendrós, Bigas y Gianni Zuiverloon, que sigue sin contar para el entrenador utrerano del Mallorca.