Héctor Cúper da indicaciones a sus futbolistas en un partido de la presente temporada. | Reuters

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Héctor Cúper se encuentra ante una nueva final. También el Mallorca. El partido que enfrentará mañana al equipo balear y al Racing es vital para ambos conjuntos. No termina la Liga, no acaba el campeonato, pero en fútbol existen las dinámicas y cuando estas son malas es imprescindible erradicarlas y convertirlas en buenas. Una nueva derrota hará más difícil la vida para ambos equipos, de ahí que el objetivo de Caparrós y Cúper sea variar el rumbo de sus escuadras. Por eso se puede hablar de final en Son Moix, aunque el técnico de Chabás se refirió ayer al encuentro como «una final de necesidades».

El exentrenador del Mallorca, que compareció ayer viernes en rueda de prensa, recordó que tanto su equipo como el balear se encuentran en situación «similar», con el Racing como colista y el Mallorca décimosexto con un punto más, aunque con un encuentro menos, y destacó que ambos conjuntos están necesitados de los tres puntos.

Variantes

«No vamos a Mallorca a meternos atrás», puntualizó el técnico racinguista, quien avanzó la posibilidad de introducir algunas «variantes» en el equipo que saltará al césped de Son Moix, aunque sin concretar demasiado cuales podrían ser esos cambios.

Lo único que ha dicho es que dentro de los «movimientos» de jugadores que está estudiando, podría tener «alguna» posibilidad de entrar el interior Luque, uno de los destacados en la recta final de la pasada temporada, que aún no ha dispuesto de muchos minutos en ésta.

Y es que el preparador argentino necesita mejorar las prestaciones de su equipo esta temporada tanto en casa como fuera. Con 9 puntos, los cántabro son colistas y la situación crítica a nivel deportivo se une a la institucional, que no es mejor. Candidatos al descenso, el Racing quiere aprovechar la irregularidad de un Mallorca que no gana desde hace dos meses. La última victoria fue contra la Real Sociedad, mientras que con Caparrós el equipo todavía no conoce la victoria. El de mañana no es sólo una final de necesitados, es un partido que marcará tendencia y por este motivo tanto el técnico del equipo cántabro como Caparrós quieren ganar y recuperar las sensaciones que ofrece el hecho de sumar de tres en tres.

Un nuevo tropiezo sería fatal para un Mallorca que está trazando una línea descendente muy preocupante y que le sitúa a un punto de los puestos de descenso. La reacción no puede esperar más, debe ser inmediata.