Kevin García controla el balón durante un partido con el Mallorca de la temporada pasada.

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El carril zurdo de la defensa del Mallorca se asemeja cada vez más a un escenario maldito. Y el último en comprobarlo es Kevin García, que tendrá que pasarse entre diez y doce semanas en el dique seco antes de regresar a los terrenos de juego. El de Peguera, que cayó lesionado justo antes de que el equipo se desplazara a Pamplona para escenificar su último compromiso de Liga, sufre una rotura en el recto anterior del muslo izquierdo que ayer le obligó a pasar por el quirófano de la barcelonesa Clínica Asepeyo y que frenará durante unos cuatro meses su progresión en la máxima categoría del fútbol español.
Kevin no ha podido iniciar con buen pie la que debía ser la temporada de su consagración. Aunque la marcha de Ayoze y Corrales le había permitido ganar peso en el vestuario, Pablo Cáceres cogió algo de ventaja en el camino hacia la titularidad y tuvo que asistir al comienzo de campeonato desde el banquillo. Sin embargo, el uruguayo se lastimó coincidiendo con la visita a Palma de la Real Sociedad y cuando parecía que iba a acomodarse de nuevo en el once se topó con el infortunio en medio de un entrenamiento. Se cayó a última hora de la convocatoria para jugar en el Reyno de Navarra y le abrió las puertas de Primera a un canterano, Pedro Bigas, que podría seguir enganchado a la primera plantilla para cubrir las bajas del grupo.
En ese misma dirección, el mencionado Cáceres volvía a correr ayer de forma suave mientras alarga el tratamiento fisioterapéutico a la espera de su reaparición. A su vez, José Carlos Nunes iniciaba el trabajo suave con balón y la semana que viene empezará a reincorporarse de forma progresiva con el readaptador físico, siempre y cuando no haya cambios en la evolución clínica.