Rafael Nadal, en el palco del estadio de Son Moix durante el partido entre el Mallorca y el Sporting de Gijón de la temporada pasada. | STRINGER/SPAIN - REUTERS - X9003

TW
32

Es el deportista más importante que ha conocido Balears y seguramente el más destacado que ha competido en España durante toda su historia. Y aunque su parcela no es la futbolística, desde hace algo más de un año mantiene una estrecha relación con el Real Mallorca. Rafael Nadal, que accedió al accionariado de la SAD cuando Serra Ferrer levantó el campamento en Son Moix, sigue atentamente la actualidad del conjunto bermellón y no parece estar muy de acuerdo con algunas de las cosas que ocurren últimamente en los alrededores del Camí dels Reis. El número dos del tenis mundial, que también ha estado pendiente de ese conflicto interno que se ha saldado con la salida de Michael Laudrup, reconocía ayer ante los micrófonos de Onda Cero que no le agrada la imagen que ha transmitido el club hacia el exterior y que prefiriría que determinadas cosas se hicieran de otra forma. «Como aficionado y también como parte implicada, según qué imágenes no me entusiasman, evidentemente», relataba.
El tenista manacorí aclaraba que «en su momento intenté ayudar en lo que pude y a día de hoy es una pena que un entrenador como Laudrup, que tiene prestigio y me parece una persona correcta, haya tenido que acabarlo todo con esta movida, sobre todo por la imagen de duda que se da cara al exterior», argumentaba. «No estoy metido ni mucho menos en el club, pero como aficionado me gustaría que algunas cosas fuesen de otra manera», añadía el zurdo a su discurso.
Nadal, que se encuentra preparando la gira asiáticao del circuito ATP, insistía en que «la imagen es importante y durante las últimas semanas no ha sido la mejor» y mostraba sus preferencias por el ya exentrenador del Mallorca, al que su tío ha relevado de forma provisional: «Me gusta la gente correcta y Laudrup me parecía de ese perfil, pero el del fútbol es un mundo complicado y no suelo opinar de las cosas que no sé, sólo de las que conozco desde fuera, porque yo para nada estoy ahí adentro».
No es la primera vez que el tenista se muestra crítico con el órgano de poder del Mallorca. A principios de mes y esta vez en la sintonía de Última Hora Punto Radio, Rafael valoraba la actuación del club a raíz de su fracaso en la 'operación Ogunjimi' e indicaba que «las cosas van mejor si se hacen con un poco más de tiempo», en clara alusión a la tardanza de la dirección deportiva para tramitar toda la documentación del fichaje fuera de plazo del delantero belga del Genk.
Nadal, que además de accionista ha ejercido en más de una ocasión como reclamo para el club balear, siempre ha colaborado con la causa mallorquinista y ha utilizado su popularidad para demandar atención para la entidad cuando su agenda se lo ha permitido. Sin ir más lejos, fue uno de los deportistas que pidió calor para el equipo a finales de la temporada pasada, cuando éste caminaba sobre el alambre en busca de la permanencia. Ahora, observa los acontecimientos con más atención si cabe y el próximo fin de semana podrá contemplar el debut de su tío Miquel Àngel como técnico.