Los jugadores del RCD Mallorca celebran un gol durante el partido. | Montserrat T. Diez

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R.C.D. Mallorca Mallorca 2

Real Sociedad R.Sociedad 1

Primera División | Jornada 6 | 25/09/2011 12:00 | Final

Mallorca 2 ? 1 Real Sociedad

Mallorca: Aouate; Zuiverloon, Chico, Ramis, Cáceres (Tejera, min. 42); Nsue, Martí, Pina, Castro (Pereira, min. 65); Alfaro (Tissone, min. 80) y Víctor Casadesús.

Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez (Estrada, min. 82) , Demidov, Iñigo Martínez, De la Bella; Illarramendi, Mariga (Ifrán, min. 71), Vela (Griezmann, min. 58) Prieto; Zurutuza y Agirretxe.

Goles: 0-1, m.14: Agirretxe. 1-1, m.19: Casadesús. 2-1, m.49: Castro.

Àrbitro: Ayza Gámez (comité valenciano). Amonestó a Cáceres.

Después de casi un mes de oscuridad y tormenta, al Mallorca se le ha vuelto a abrir el cielo. Los baleares, peleados con la victoria desde el mismo día que la Liga se puso en marcha, atajaron la sangría de resultados que había contaminado aún más esa extraña atmósfera que rodea al club en los últimos tiempos para concederse un respiro en su camino hacia la normalidad. En un ejemplo de actitud y compromiso, los futbolistas rojillos salvaron el primer match ball al que se enfrentaba Laudrup y acreditaron que la unión del vestuario va a convertirse a partir de ahora en uno de los grandes avales del proyecto. Al menos encima del tapete. Incapaces de remontar un marcador adverso en Son Moix desde el pasado 1 de noviembre, los bermellones iniciaron la jornada a remolque por culpa de un aguijonazo de Agirretxe, pero le dieron la vuelta al calcetín en un ejercicio de fe. Los goles de Víctor Casadesús y Gonzalo Castro, unidos también a un golpe de fortuna (la Real Sociedad estampó hasta tres balones en los palos), acabaron puliendo una victoria reparadora que debería serenar los ánimos en la planta noble. O no... (2-1).

El caso es que en esta ocasión el Mallorca se subió al cuadrilátero dispuesto a pujar por la victoria. Sin rodeos, desde el primer minuto. El problema, sin embargo, es que se encontró con una Real Sociedad cuidadosamente organizada que le metió en un lío antes del primer cuarto de hora. En parte, sobre todo, gracias a la verticalidad de Xabi Prieto, que puso contra las cuerdas a Cáceres en un par de acciones clonadas. Los locales aguantaron el chaparrón con la colaboración del larguero (Carlos Vela mandó allí la bola con un cabezazo), pero tres minutos después los donostiarras aprovecharon su superioridad momentánea (Chico estaba siendo atendido fuera del campo) para romper el marcador. Agirretxe superaba por alto la salida de Aouate y provocaba los primeros murmullos de la grada.

Lejos de encogerse, el Mallorca sacó a flote su orgullo para evitar que el guión se le fuera de las manos y tardó sólo cinco minutos en recuperar el control. Casi al momento, Víctor acariciaba el empate tras un centro de Gianni Zuiverloon y justo después, el propio delantero algaidí recogía el guante de Nsue para recibir el balón de espaldas, burlar la marca de Demidov con un movimiento de cintura y superar a ras de suelo a Claudio Bravo. Tras casi un mes sin ver puerta, el equipo acababa de quitarse una losa de encima, se divertía y recuperaba varios caballos de potencia (minuto 19).

La Real tampoco se amendrentó y expuso su valentía mientras el Mallorca sufría la baja de Cáceres, que le forzaba a improvisar con Martí como lateral zurdo y a renovar la sala de máquinas con Tejera. Y no lo acusó. El pivote, que reaparecía tres jornadas después, taponó sorprendentemente el carril y anuló casi por completo a Xabi Prieto.

A la vuelta del descanso, el Mallorca esquivó otra bala. Aouate paró un lanzamiento intoxicado de Vela y el posterior remate de Prieto lo repelió el poste. Minutos después y tras un saque de esquina en el que la Real había perdido a Demidov, Chico asistió a Castro y el uruguayo celebró su partido número 100 con el gol de la victoria. Después, los bermellones resistían en pie (Aguirretxe envió otro balón al larguero) a un epílogo agónico y salían del bache esbozando una amplia sonrisa. El primer objetivo estaba cubierto.