Michael Laudrup repasa sus notas durante un entrenamiento. | Monserrat

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Después de un verano sin tregua, el Mallorca va a jugarse la planificación de la temporada en un final de mes cargado de pólvora. Llega el club balear a un punto crucial del estío con los asuntos más importantes de su agenda todavía por resolver. El día 31, fecha en la que se abrochará definitivamente el plazo de inscripción de futbolistas, la entidad conocerá cuáles son exactamente sus argumentos para afrontar el curso que viene, aunque a estas alturas de la película todavía hay que descifrar el futuro de varios elementos claves en la plantilla y apurar las posibilidades que ofrece el mercado en busca de refuerzos atractivos.

El primer gran reto del Mallorca es retener a Jonathan de Guzman, que la semana pasada lanzó un órdago reconociendo públicamente (lo hizo a través de su perfil personal en la red social Twitter) que su deseo es militar en las filas del Villarreal una vez que arranque oficialmente el curso. En esa dirección, el primero en elevar la guardia y extremar las precauciones ha sido el propio Laudrup, que ya advirtió este fin de semana en declaraciones a la web oficial del club que el culebrón está a punto de entrar en un tramo fundamental para su desenlace. «Temo que el Villarreal espere a la vuelta de la Champions de este martes para tomar una decisión, por lo que para mí el 24 de agosto puede ser un día clave. Tenemos que estar preparados para todo», avisaba. «Hay un club interesado en él con el que no hay relación, o la que hay es muy mala. Si el jugador quiere ir allí y paga la cláusula, no podemos hacer nada», añadía.

También Llorenç Serra Ferrer valoraba el asunto alegando que «no ha habido ninguna noticia que haga pensar que, una vez descartado el Rubin Kazan, haya algo. No tenemos una oferta concreta que se pueda aproximar a lo que pensamos de este jugador». De esta forma, es probable sepa a mediados de esta semana si puedes seguir confiando en el concurso del canadiense o si tiene que encontrarle un sustituto fiable en tiempo récord. Mientras tanto, el jugador sigue encerrado en un laberinto del que puede salir tocado si no se cumplen sus expectativas.

A partir de ahí, el gran objetivo rojillo es el fichaje de un nueve, la contratación de ese depredador de área sobre el que girará el trabajo del grupo a partir del centro del campo. Al menos para Laudrup, que ha dejado muy claro que prioriza el desembarco de un nuevo muy por encima incluso que la llegada de un cuarto defensa central para ocupar la baja de José Carlos Nunes. En cualquier cso, el máximo accionista también destacó que las posibilidades de atar a un atacante se han visto reducidas ahora por las necesidades defensivas. En breve, todo debería quedar resuelto.