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Fue durante muchos años el icono de Son Bibiloni y ahora abandera a esa generación de canteranos que hace doce meses tomaron el vestuario de la primera plantilla. Emilio Nsue cerró el ejercicio anterior como uno de los jugadores más utilizados por Laudrup y, seguramente por eso, divisa el nuevo curso con un ánimo especial. Acepta el nuevo papel que le va a tocar representar cuando arranque el curso y se marca incluso algún que otro reto personal, como perforar en seis ocasiones las porterías rivales.

Para Emilio, la próxima edición del Mallorca presenta muy buen color. «Estamos trabajando muy fuerte y muy bien. Está claro que aún no estamos en forma, pero estamos haciendo muy buenos partidos y el equipo está ordenado, tal y como quiere el entrenador. Hay que seguir esta línea y también ganar, que es importante para la cabeza», señala. «Nos mostramos seguros en defensa, saliendo a la contra... Estamos en el camino positivo. Al final de la temporada pasada sufrimos mucho psicológicamente y confiamos en que lo haremos genial», añade.

Sin apartarse de esa franja, Nsue coincide con los más experimentados en que a los jóvenes les toca ayudar a tirar del carro. «Muchos teníamos miedo el año pasado y personalmente espero hacer una gran campaña. Se nos ha quitado ese miedo y tenemos muchas ganas de que esto empiece. Cada uno ya sabe lo que tiene que hacer y las funciones que debe asumir. Los jóvenes ya hemos tenido un año de rodaje y ahora, sí o sí, tenemos que dar la cara», destaca.

En cuanto a su propio rendimiento, Nsue se atreve a establecer un límite: «No soy de prometer cifras porque tampoco marco muchos goles. El año pasado metí cuatro goles y la temporada que viene me gustaría marcar al menos seis, aunque no quiero ponerme presión. Lo importante es el equipo. Es el segundo año de los que somos más jóvenes y se trata de que tengamos más confianza», declara.