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Jaume Cladera fue un buen político y lleva camino de ser un buen presidente del Mallorca. Sabe estar, de cada día conoce más por dónde pisa y por si fuera poco, sabe decir las cosas en su justa medida, aunque en ocasiones sea necesario interpretarlo entre líneas. Pero aún así, el que fuera conseller de Turisme, lanzó ayer un par de mensajes dirigidos a la persona de Gregorio Manzano, que entre otras situaciones, pidió la disolución del club, es decir, su liquidación y posterior desaparición para él poder cobrar todo lo que se le adeuda y de esta forma evitar entrar como el resto de acreedores en el concurso en el que está inmerso el club balear.

El presidente del Mallorca explicó que esta medida que decidió tomar el jienense «no fue nada afortunada». El ex conseller reconoció que el técnico andaluz tiene también parte de culpa de que la SAD Balear haya entrado en concurso de acreedores, aunque no quiso cuantificar su nivel de culpa. «La culpa de entrar en concurso no es divisible. Se dieron dos circunstancias, por una parte una trayectoria deportiva buena, unida a un desarrollo económico catastrófico y eso es una cosa que no tiene sentido. Las dos situaciones van juntas, por ejemplo, -prosiguió Cladera- si un restaurante da un menú de 8 euros y cada día ofrece caviar y cava del mejor, tendrá lleno, pero al final tendrá que cerrar. Saquen ustedes sus propias conclusiones», comentó el presidente del Real Mallorca.

Respecto a la actitud que mostrarán los aficionados el sábado cuando aparezca Manzano por el túnel de vestuarios, Cladera dijo que nadie tiene que decirles a los seguidores cómo tienen que actuar, ya que ellos «saben bien qué hizo Manzano por el Mallorca y las consecuencias deportivas y económicas que tuvieron sus actos», comentó el presidente del Real Mallorca.