Gonzalo Castro, durante un entrenamiento del Mallorca. | Monserrat

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El futuro de Gonzalo Castro podría estar en El Madrigal. O eso al menos es lo que sospechan en Son Moix, donde entienden que el futbolista uruguayo se ha ido acercando al Villarreal en las últimas horas a través de su representante, Paco Casal. El Chori , situado en la primera línea del escaparate desde que se levantó la persiana del mercado invernal, maneja también la posibilidad de fichar por el Valencia, ya que las opciones del Atlético de Madrid y el Sevilla se han ido disolviendo a medida que avanzaban las semanas y están descartadas.

El futuro de Castro se ha convertido en un asunto capital para el Mallorca durante este principio de año. De aquí a final de mes el club balear está obligado a despejar todas las incógnitas que envuelven al futuro del jugador (acaba contrato en la Isla el 30 de junio de 2012) y la salida que más le conviene a las dos partes es un traspaso, ya que permitiría a la entidad recuperar la inversión realizada en 2007 con su fichaje (pagó algo más de cuatro millones al Nacional de Montevideo) y ayudaría al futbolista a seguir mejorando en el fútbol europeo tras tres temporadas y media de evolución en los campos de la Liga.

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Uno de los primeros clubes en llamar a la puerta de Castro fue el Atlético de Madrid, que necesitaba cubrir la ausencia de Simao después de que emigrara al fútbol turco. Sin embargo, el club colchonero optó por el osasunista Juanfran y al Chori se le cerraron de golpe las puertas del Calderón. Así, las dos grandes propuestas que están ahora mismo sobre la mesa del representante del jugador apuntan a Villarreal y Valencia, aunque en el Camí dels Reis tienen la sensación de que el conjunto castellonense ha tomado ventaja en la carrera por su contratación. En cualquier caso, la operación tampoco puede dilatarse demasiado y debería concretarse en el plazo máximo de un par de semanas.

De lo que ocurra con Castro dependerá además el aspecto que tome el plantel del Mallorca de aquí al final de campaña. La entidad, que se ha hecho con los servicios del japonés Akihiro Ienaga, necesita liberar una de las plazas de extracomunitario para hacerle un hueco al nipón y el asunto quedaría resuelto con la salida del Chori .