Los jugadores del Almería celebran su tercer gol ante el Mallorca en el Iberostar Estadi. | Monserrat

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No es un domingo cualquiera para el Real Mallorca. Ya lo dijo Michael Laudrup con las cenizas de la debacle ante el Almería todavía calientes. «El domingo daré la charla más corta de toda mi carrera». Y es que no hace falta decir mucho ni motivar a nadie cuando enfrente tienes al mismo enemigo que te ha tratado como un guiñapo y te ha apartado de la Copa del Rey de forma humillante apenas 72 horas antes.

Con esas premisas, el grupo balear abre el penúltimo capítulo de la primera vuelta con el único objetivo de limpiar su imagen, tomarse la revancha y rellenar la mochila de puntos -alcanzaría los 27 puntos- con el ecuador en el horizonte.

No será una revancha en toda regla. Laudrup, después del desastroso experimento con los suplentes, recurrirá al smoking de la Liga. Aunque se le pasó por la cabeza entregarle de nuevo la responsabilidad a los reservas, apostará por su mejor traje para tratar de recuperar una porción del crédito perdido. Según el ensayo realizado ayer, el técnico danés realizará hasta ¡8 cambios! en relación al once que el jueves se retiró al descanso con un sonrojante 0-4 -maquilló en el segundo tiempo hasta el 3-4 final- en el marcador.

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Así, el preparador balear tirará de los buenos. Cambiará al portero y a toda la defensa; un interior; un centrocampista y un delantero en relación al encuentro del Día de Reyes. Es decir, Dudú Aouate -al que la hinchada reclamó durante el partido copero- se situará bajo los palos, con Pau Cendrós, Nunes, Ramis y Kevin en la línea de fondo. El central pobler jugará con una máscara al más puro estilo Batman por sus problemas en el pómulo.

En la sala de máquinas, es probable que Laudrup devuelva a la arena a Pep Lluís Martí, en detrimento del brasileño Joao Victor, para jugar junto a Jonathan De Guzman. En las orillas, Pereira y Nsue se perfilan titulares, una apuesta que dejaría en la suplencia al Chori Castro por segunda jornada liguera consecutiva. El uruguayo ni está se le espera. Lejos de ser aquel futbolista explosivo que marcaba las diferencias, su indolencia le está perjudicando a nivel individual y también colectivo. Laudrup valora más el sacrificio defensivo que ahora sí realiza Nsue. Salvo que hoy modifique sus planes, el charrúa será suplente, con la pérdida de valor que ello supone para el jugador más traspasable de la caseta.

Arriba, en la vanguardia, Laudrup mantendrá a Víctor Casadesús, pero volverá a apostar por Pierre Webó. Los dos goles estériles de Cavenaghi ante el Almería, con la eliminatoria ya sentenciada, no le abren las puertas de la Liga aunque le convierten en una alternativa fiable si la cosa se complica. En la grada estarán Tuni, Corrales, Sergi Enrich y Martí Crespí, el único de los titulares del jueves que no ha sido convocado.