Los jugadores del Mallorca que jugaron el partido en La Romareda ante el Zaragoza en noviembre. | Efe

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El Mallorca juega hoy dos partidos. Uno contra el reloj y otro ante el Getafe. El equipo vio trastocados sus planes y ayer no pudo viajar a Madrid debido al caos que crearon los controladores aéreos. Tras una jornada de intensas gestiones, finalmente el equipo balear saldrá hoy a las diez de la mañana con destino...Barajas. Todo es posible. Si finalmente el equipo llega, jugará a las cinco ante el Getafe. Será el segundo partido del día. Con esta alteración de planes, a nivel deportivo, los baleares llegan al Alfonso Pérez en un momento brillante de la temporada, uno de esos momentos en los que casi todo sale bien. Marca cuando se debe marcar, tiene la pizca de suerte necesaria que en muchas ocasiones le ha dado la espalda y además los rivales acostumbran a no saber bien cómo neutralizar las embestidas de un equipo joven, que arriesga y que no entiende de bajar los brazos. Su objetivo es volar a la cima de la Liga. Es sexto y tres puntos hoy seguirían consolidándole como equipo revelación y le catapultarían a la cima de la Liga.

Es difícil mantener el nivel mostrado en Sevilla en cada encuentro, pero con el paso de los partidos y de la temporada, el equipo gana en solvencia, seguridad y confianza. Laudrup es dado a introducir variaciones en el equipo de forma constante, pero hasta la fecha haga lo que haga casi siempre da resultado. Es cierto que es arriesgar en exceso y que es un arma de doble filo, pero hasta la fecha los resultados apoyan su libro de estilo. Sin embargo, sobre el Coliseum volverán a jugar piezas que hoy por hoy son imprescindibles con lo relativa que es esa calificación en un equipo de fútbol.

Pero futbolistas como Martí, De Guzman, Webó, Pereira e incluso el propio Castro atraviesan por un momento más que dulce y gran parte del peso específico del grupo se lo reparten ellos.

Pero también está Nsue, y Joao Victor y la defensa y por si todo falla....está Aouate. El equipo balear puede ganar o perder, puede plantearse buscar el empate, pero lo que transmite básicamente es firmeza, existe un plan y ya no acude a jugar lejos de Palma habiendo entregado el partido. Lo decía el pasado viernes Miquel Àngel Nadal al referise a la «ambición» con la que el equipo afronta los partidos lejos de Palma.

Equilibrar

«En casa te haces fuerte, pero la diferencia la marcas en los partidos de fuera» decía el ex jugador del Barcelona y actualmente segundo de Laudrup. Y no le falta razón. Equilibrar las victorias dentro y fuera es fundamental para marcar la diferencia y el equipo isleño no renuncia a nada lejos de Son Moix. Hoy saldrán a ganar porque este equipo no sabe hacer otra cosa.

Getafe será una prueba de fuego de primer nivel porque es un equipo irregular tanto fuera como dentro de su estadio y que viene de confirmar su adiós de la Europa League. Jugó en un campo helado, realizó un importante desgaste y hubo viaje de por medio. Tal vez esa carta puede jugar en favor de un Mallorca, que tiene mucha hambre esta temporada y que mira la portería rival prácticamente durante los noventa minutos de juego.

Es una realidad que tiene los puestos de Champions a tiro, pero no es menos cierto que el gran objetivo de los baleares es la permanencia. Medio trabajo está hecho y ahora es momento para seguir cubriendo este primer tramo que le lleve a los 41 puntos.

No jugará Ayoze, que tiene para dos semanas debido a una molestia muscular. Su lugar lo ocupará Kevin, que formará la linea de cuatro junto a Nunes, Ramis y Cendrós, que parece que vuelve a contar con la confianza de su entrenador. Pereira y Castro previsiblemente seguirán en las bandas y Martí, Joao Victor y De Guzman -en la mediapunta- pueden apuntalar la creación. Webó, que está más en racha que nunca, no parece hoy por hoy prudente dejarlo fuera. Puede cambiar algo el equipo, pero la filosofía será la misma. Jugar, tocar, arriesgar y ganar. Esta es la seña de identidad del grupo, es su DNI y no lo cambia. Otra cosa es que las cosas salgan, pero de cada encuentro el grupo madura, parece más seguro de sí mismo y aplica el fútbol 'made in Laudrup'. Un balance general indica que más que sufrir, este equipo disfruta de jugar, de mover el balón. Ese es su estilo. Hoy volverá a ponerlo en práctica en Getafe.