Imagen de la plantilla del Palma Futsal en el Martín Carpena de Málaga en el que se disputa la Copa de España de fútbol sala | Tolo Jaume

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Un título es el sueño por el que el Palma Futsal da pasos al frente cada temporada. Los grandes, salvo muy contadas excepciones, han convertido la pelea por los trofeos en su coto privado. Sin embargo, si hay un torneo en el que se abre una esperanza para el resto de aspirantes es la Copa de España, que este jueves alza el telón en Málaga y cuyo formato propicia que la gloria se encuentre a tres partidos.

Se necesitan tres encuentros para conquistar un pedazo de historia, pero todo se reduce a este jueves (17:00/Gol). Sin red ni margen para fallos o concesiones encaran los hombres de Antonio Vadillo su irrupción en el certamen ante el tirano de la competición, Movistar Ínter (10 títulos y 17 finales), que quiere recuperar el trono en el Martín Carpena y moldear otro ciclo triunfal.

El presupuesto, la plantilla y la historia siempre están del lado de los madrileños, que ahora ya sienten al Palma Futsal como una amenaza real. Aún está lejos de equipararse en cuanto a experiencia en estas lides al líder, pero el conjunto de Ciutat ya ha empezado a labrarse una reputación y ha adquirido un empaque que le permite acudir sin complejos a las grandes citas. No en vano es su séptima presencia en la Copa y la sexta consecutiva.

La solvencia defensiva de la escuadra isleña es uno de los grandes argumentos para discutir la superioridad de uno de los principales favoritos al triunfo final. Los verde pistacho se han erigido en el equipo menos goleado de la liga acreditando orden, intensidad y solidaridad que deben aumentarse aún más si cabe llegados a estas instancias y ante un adversario temible por sus recursos ofensivos y por la categoría de sus individualidades.

Desde la defensa quiere dotar de credibilidad a su candidatura el Palma Futsal, que ha hecho de la necesidad una virtud ante las múltiples bajas que sufre de cara a gol. Sin los lesionados de larga duración Mati Rosa y Diego Quintela, la progresión de Vilela ha minimizado en cierta medida la salida de Ximbinha en el mercado de invierno. El acierto rematador ha sido una de las asignaturas pendientes del curso y esta tarde afronta una reválida decisiva.

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Las características de ambos contendientes invitan a pensar en un guión de partido con el Movistar Inter mandando en el juego a través de la posesión del balón y el Palma Futsal esperando a golpear al contragolpe. Sin embargo, en el vestuario mallorquín son conscientes de que es imposible aspirar a las semifinales agarrados a una resistencia heroica. Precisamente la experiencia del último duelo en Son Moix refuerza la idea de que el grupo de Vadillo no renunciará a su esencia, que aparece impregnada de intensidad y descaro. Los isleños necesitan sacar a relucir su personalidad y saber adaptarse a las diferentes circunstancias que se planteen. Tocará defender, y mucho, pero también habrá fases de discutirle la pelota a los madrileños o de asfixiarlos arriba. De la interpretación de los diferentes momentos dependerá el éxito.

Al margen de los nombres, planteamientos y características de los equipos, unos cuartos de final entre dos equipos cada vez más parejos se pueden resolver por detalles que surgen sobre la marcha. La pizarra en las acciones a balón parado o advertir una situación un segundo antes que el rival pueden fijar la línea que separa el pase al sábado o el billete de vuelta a casa. Ser el primero en golpear puede ejercer una influencia notable en el devenir de la contienda, en especial, si es el Palma el que lo hace primero, puesto que los pupilos de Tino Pérez han tenido problemas cuando les ha tocado ir por detrás en el marcador.

Entre los intangibles, también entra el hecho de que el duelo entre el Palma Futsal y el Movistar Inter inaugure la Copa. Aún sin el mejor ambiente posible en las gradas y con los nervios del debut en las cabezas de todos, las sensaciones sobre la nueva pista gris instalada por la Federación Española tienen que acelerarse para disponer una puesta en escena a la altura del envite. Por ahí se cuela la manera dispar de vivir el duelo. Para el Palma Futsal no hay un mañana mientras que en el subconsciente del Movistar Inter aparece la visión de que se trata del primer obstáculo hacia el domingo. La presión, aunque sea para los dos, conlleva una mayor obligación para los madrileños, que necesitan el título para colmar las expectativas. Eso sí, tienen hombres habituados a jugar con esa responsabilidad.

La Copa de España le llega en un buen momento a los dos. El Palma acumula dos triunfos seguidos que le han dejado a dos puntos del tercer puesto, mientras que los de Tino Pérez también enlazaron dos victorias que les han llevado a la cima de la tabla. Llega la hora de cambiar el chip, pero las jornadas previas suponen un buen impulso anímico para ambos.

Si hay un marco en el que los grandes marcan las diferencias es en las grandes citas y, en especial, en los minutos finales de cada partido. El Movistar Inter sabe gestionar estos momentos, aunque este curso su fortaleza como grupo no es tan temible como antaño. Para la ocasión recupera a uno de esos hombres que ejerce de líder en estas situaciones, ya que Pola ha recibio el alta médica y esta en disposición de jugar. No obstante, ha estado toda la temporada en blanco y se presume poco probable que vaya a tener minutos. Juegue o no se une a las posibilidades de los madrileños, que tienen mucha pólvora en los pies de Gadeia o Pito, la magia de Ricardinho o la jerarquía de Ortiz para imponer sus galones.