Felipe Paradynski posa junto a la plantilla del Palma Futsal, en Son Moix. | MIQUEL A CANELLAS

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Felipe Paradynski y el Palma Futsal separaron sus caminos, al menos en un futuro a corto y medio plazo, pues la entidad que preside Miquel Jaume dejó abiertas las puertas al pívot internacional brasileño, que tras cinco temporadas vistiendo la elástica balear, con la que debutó en la Primera División del fútbol sala español, emprendre una nueva aventura en uno de los tres 'grandes' de la competición, ElPozo Murcia.

La plantilla y el cuerpo técnico del Palma Futsal, junto a su director deportivo y presidente, José Tirado y Miquel Jaume, arroparon a Paradynski en el acto de despedida oficial del que fuera máximo goleador en las temporadas 2016/17 y 2017/18, además de partícipe de la edad dorada del club, al que llegó hace cinco temporadas y con el que ha conseguido alcanzar una final de la Copa del Rey, una semifinal de la Copa de España y tres de la Primera División, la última cerrada hace unos días frente al Barça Lassa.

Emocionado, Paradynski compareció junto a Jaume y Tirado. Fue el presidente el que primero tomó la palabra, recordando que el brasileño «nos ha dado mucho, y por eso le deseo toda la suerte. Sabe que aquí siempre tendrá su casa». En una línea similar se expresó el director deportivo del Palma Futsal, quien repasó una relación con Paradynski que se remonta a cuando el jugador tenía 16 años, cuando de la mano de Jedson «fuimos a verlo y ya me llamó la atención». Añadió que Paradynski «ha crecido con el Palma Futsal, siendo un ganador y encajando con la filosofía del club», agradeciendo «su implicación y lo mucho que él le ha dado el Palma y el Palma a él».

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Con ojos vidriosos y embargado por los sentimientos, Felipe Paradynski quiso dirigirse a los medios, tras despedirse días atrás de la afición, sintiéndose orgulloso «de haber formado parte de un proyecto ilusionante, que cogí con todas mis fuerzas. Yo soy un ganador y el Palma Futsal quería ser uno de los mejores equipos de España. Y hemos conseguido algo más que eso, pues ahora es conocido mundialmente», dijo el brasileño.

Recordó que en la Isla ha vivido «momentos felices, como el nacimiento de mi hija, que es por quien quiero hacer cosas importantes en el fútbol sala», pero también otros tristes «como la pérdida de mi hermano», que coincidió con la temporada en la que firmó sus mejores registros anotadores. «Fue un año complicado y acabó siendo el mejor. Y por eso, le debo tanto a este club, y a entrenadores como Vadillo y Juanito, a Miguel, a José, a todos», refirió.

«Llegué siendo un niño y me voy hecho un hombre. Es un momento triste, pero este club va a crecer y estoy seguro de que llegará el título que tanto buscamos y buscarán ahora», señaló Paradynski, que especialmente tuvo palabras de agradecimiento para la afición, «la mejor, la que ha llenado Son Moix tantas veces en partidos mágicos, como los del playoff de esta temporada ante Movistar Inter y Barça».

Confesó a la vez el pívot que la decisión de salir del Palma Futsal y buscar nuevos horizontes, en este caso en ElPozo Murcia, se tomó durante el curso. «Era mi última temporada de contrato y sabía que algo bueno iba a pasar. No logramos el título en la Copa del Rey ni en la Copa de España y solo nos quedaba la Liga. Tras quedar fuera en la Copa pensé que era el momento de dar un paso al frente», explicó, a la par que muestra respeto al momento en que vuelva a encontrarse con los que hasta ahora han sido sus compañeros, muchos de ellos durante varias temporadas. «Va a ser difícil, diferente... Pero somos amigos y cuando acabe el partido todo seguirá igual», expresándose en similares términos sobre la afición de Son Moix, con la que espera «un reencuentro especial siempre, pues siento de corazón al Palma Futsal y su gente», concluyó Felipe Paradynski antes de posar para una fotografía de recuerdo del acto, el último (por ahora) con la camiseta del club de Ciutat.