Y la trasladará a Mallorca, con el fin de enseñar a los niños y niñas de la Isla la realidad de esa zona de la India. Concretamente, Castanyer visitará Anantapur, donde además tendrá la oportunidad de participar en una prueba deportiva de fondo, no competitiva, la novena edición de la Anantapur Ultramarathon (23 y 24 de enero), cuyo lema solidario es '1 kilómetro 1 vida', que se disputa por relevos a lo largo de 170 kilómetros en un espacio de 20 horas y con equipos integrados por hasta cuatro personas, por lo que cada una correrá la distancia equivalente o cercana a una maratón.
En su maleta, Tòfol lleva un par de zapatillas extra. Son para alguien muy especial a quien espera y desea poder abrazar. No se conocen en persona, pero el 'solleric' y su pareja le apadrinaron hace cerca de veinte años, en 2004, estrechando sus lazos con la causa de la que el deportista de NNormal quiere hacer de altavoz. Ahora, aquel niño llamado Akbarbasha tiene 27 años y podría encontrarse con Castanyer e incluso, si lo desea, correr juntos. Será cerrar un círculo que, desde la distancia y a miles de kilómetros, les unió hasta su mayoría de edad.
«La prueba pasa por los pueblos en los que trabaja la Fundación Vicente Ferrer, y es una fiesta para ellos. No están acostumbrados a algo así, a ver pasar a extranjeros por allí», explica Tòfol Castanyer, quien en esa visita que le causa «enorme emoción, más allá de lo que supone correr» también intentará «conocer a otro niño al que apadrinamos en 2019».
Reconoce el ganador de la Copa del Mundo de carreras de montaña en 2010 que «este viaje es de los que más ganas me hace, por los condicionantes personales que lleva tras de sí», admite. «La carrera será una experiencia más, pero quiero aprovechar esta experiencia para daz luz y voz al trabajo de la Fundación Vicente Ferrer y mostrárselo a los niños de Mallorca», dentro de las numerosas charlas y actividades que protagoniza y promueve este deportista implicado en numerosas causas y proyectos de índole social. Pero que ahora da un paso más para conocer en persona a dos personas que han formado parte de su vida y sumarse al día a día de la Fundación Vicente Ferrer.
«El deporte no puede cambiar el mundo, pero sí puede servir para cambiarlo, unirlo y conseguir ayuda para que la vida de estos niños sea un poco mejor», concluía Tòfol Castanyer, quien está a unos pocos días
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