El golfista español Jon Rahm. | Mario Guzmán

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La salida del español Jon Rahm del PGA Tour al LIV Golf ha sacudido como un terremoto al mundo del golf, que en los últimos dos años ha vivido de forma intensa y a menudo traumática la irrupción de este controvertido tour saudí.

El LIV Golf arrancó en 2022 con la intención de rivalizar en calidad y prestigio con el PGA Tour. ¿Su principal baza? El gigantesco músculo financiero del Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí, que tentó con muchos ceros en la cuenta bancaria a los golfistas que cambiaran de bando.

Una muestra de la monstruosa cantidad de dinero que maneja el LIV Golf fue que en la lista de Forbes de 2023 de los diez deportistas mejor pagados del mundo (del 1 de mayo de 2022 al 1 de mayo de 2023) se colaron dos golfistas del nuevo tour: Dustin Johnson en sexta posición con 107 millones de dólares y Phil Mickelson en el séptimo puesto con 106 millones. Otro ejemplo es que el LIV Golf prometió este año 4 millones de dólares para el ganador de uno de sus torneos y 3 millones para el equipo vencedor. Como comparación, Rahm, que se proclamó este año vencedor del legendario Masters de Augusta, 'solo' se llevó 3,24 millones de dólares por vestirse con la chaqueta verde.

El de Barrika (España), según las informaciones de medios no confirmadas oficialmente por el LIV Golf, habría aceptado una oferta de unos 500 millones de dólares para irse al tour saudí, lo que le sitúa con uno de los contratos deportivos más grandes de la historia.

Al margen del dinero, la competición por equipos es una de las novedades que el LIV Golf ha planteado en el campo. Otro aspecto importante es que cada torneo se juega a tres rondas y sin corte del fin de semana, un apunte nada menor ya que, con presentarse, un golfista se lleva como mínimo 120.000 dólares.

El LIV Golf se juega en diferentes campos de todo el mundo. El calendario de 2024, presentado recientemente, cuenta con 12 citas y comenzará el 2 de febrero con un torneo en El Camaleón Golf Course de Playa del Carmen (México).

Habrá también cinco paradas en Estados Unidos, en ciudades como Las Vegas o Houston, además de eventos en España (Real Club Valderrama en Andalucía), Australia, Hong Kong, Singapur, Reino Unido y, por supuesto, Arabia Saudí. Después de esas 12 citas se disputarán los campeonatos individuales y por equipos en otros dos fines de semana, ambos todavía sin ubicación confirmada.

Talor Gooch fue el vencedor individual en la temporada 2023 mientras que los Crushers GC, con Bryson DeChambeau como capitán, resultaron campeones en la competición por equipos. Al margen de los ya mencionados, otros nombres destacados del LIV Golf son los ganadores de 'major' Brooks Koepka, Cameron Smith, Bubba Watson y Martin Kaymer, entre otros.

Rahm, que será capitán de su propio equipo, se encontrará asimismo con un ilustre compatriota: Sergio García. También compiten en el LIV Golf los españoles Eugenio López Chacarra y David Puig y varios hispanos como los mexicanos Abraham Ancer y Carlos Ortiz, el colombiano Sebastián Muñoz y los chilenos Joaquín Niemann y Mito Pereira.

En cualquier caso, no es todo oro lo que reluce en el LIV Golf, que, por ejemplo, ha sido incapaz de obtener una exposición mediática o repercusión deportiva al nivel de semejante inversión. Además, sus triunfos no cuentan para la clasificación mundial del golf y sus torneos carecen de la tradición y el componente histórico que se le presuponen a algunas de las citas del PGA Tour.

Con todo ello, la aparición del LIV Golf separó en dos bandos de forma totalmente dramática al mundo del golf y el PGA Tour sancionó a los 'desertores' y se enfrentó en los tribunales y los medios al tour saudí. El circuito con base en EE.UU. recibió denuncias por monopolio mientras que el LIV Golf fue acusado de ser solo una cortina de humo para ocultar las violaciones de derechos humanos en Arabia Saudí.

Estrellas como Tiger Woods (al que le ofrecieron entre 700 y 800 millones por irse al LIV Golf) y Rory McIlroy se opusieron radicalmente a los nuevos vientos llegados desde el desierto mientras que Rahm, quizá con menos vehemencia, también se situó en la trinchera de los 'fieles' al PGA Tour. «¿Cambiaría el estilo de vida de mi familia si ganara 400 millones? No, no cambiaría nada de nada», comentó Rahm en 2022.

«La verdad es que podría retirarme ahora mismo y podría tener una vida muy feliz sin jugar de nuevo. Nunca jugué al golf por razones monetarias. Juego por mi amor a este deporte y quiero jugar contra los mejores del mundo. Siempre he estado interesado en la historia y el legado del golf y ahora mismo el PGA Tour tiene eso», argumentó entonces.

El último giro en esta montaña rusa entre el LIV Golf y el PGA Tour fue el absolutamente inesperado anuncio en junio de un principio de acuerdo -también con el DP World Tour- para enterrar su guerra y unificar el golf a escala mundial.

Ese acercamiento, gestionado bajo el máximo secreto y sin que lo supieran los jugadores del PGA Tour, incluía la creación de una nueva entidad, la gestión de un calendario conjunto, el cierre de todas las causas legales pendientes y la intención de que los jugadores del LIV Golf pudieran recuperar su afiliación a los circuitos 'tradicionales'. Sin embargo, no está todo dicho en este matrimonio de conveniencia, ya que la fecha límite para ejecutar este acuerdo es el 31 de diciembre y las negociaciones todavía no se han cerrado.