Pep Abrines, segundo por la izquierda, junto a la exconsellera Fanny Tur en un acto en Menorca. | GOIB

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La polémica en torno al nombramiento de Pep Abrines como director de operaciones por parte de los responsables de la Fundació per a l'Esport Balear del Govern sigue generando revuelo en el seno de la entidad, dependiente de la Conselleria de Turisme, Cultura i Esports. El hecho de que el que fuera gerente durante la recta final del mandato de la consellera Fanny Tur intentara durante esa etapa autopromocionarse y mejorar su puesto y sueldo -como publicó días atrás Última Hora-, algo que no logró y denunció ante la justicia, que le negó a su vez la razón en todas sus intentonas, causó enorme malestar entre buena parte del equipo de la Fundació, que no ha visto con buenos ojos que ahora vaya de la mano del nuevo gerente, Eladi Huertas.

La falta de sintonía de Abrines con muchos de sus compañeros quedó plasmada en la comunicación realizada a la gerencia por parte del comité de empresa de la Fundació per a l'Esport Balear. En una notificación a los trabajadores recuerdan que el gerente (Eladi Huertas) «nos informó que, a la espera de que se ocupe la plaza de director adjunto y debido a que su secretaria también está de baja, es complicado para él poder realizar la gestión de la empresa, llevar los temas del día y cumplir plazos», por lo que se optó por el nombramiento con carácter temporal de una persona que le pueda dar soporte en estas acciones y gestiones «que no tendrá poder de decisión», proponiendo a Pep Abrines bajo la denominación de director de operaciones.

El hecho de haber sido gerente de la Fundació y su conocimiento de la empresa eran los argumentos principales para sustentar esa decisión, informando que esa labor llevaría consigo «un aumento de funciones», aunque por contra «su situación contractual sería la misma».

Pese a ello, desde el comité de empresa se advirtió al gerente de la Fundació per a l'Esport Balear que, para hacer un nombramiento así, «hay que documentarlo, justificarlo y tramitarlo de manera que no incurra en una ilegalidad», además de que cualquier modificación que lleve consigo «un cambio en una plaza de la RLT (Relació de Llocs de Treball) ha de tramitarse a través de la normativa que exige Funció Pública y debe ser negociado con el comité», añade la comunicación.

De esta manera, los representantes de los trabajadores exigen a Eladi Huertas como gerente de la Fundació per a l'Esport Balear y persona que propuso el 'nombramiento' como director de operaciones de Abrines le exigen transparencia máxima a la hora de formalizarlo en las condiciones presentadas y manifestadas públicamente. Así, se alarga un poco más la crisis generada por una decisión que no ha hecho más que abrir otra herida en el seno de la entidad.