Imagen de los pantalanes del Real Club Náutico de Palma. | RCNP

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Lanzada la cuenta atrás para las elecciones del Real Club Náutico de Palma, el lunes 23 de octubre está marcado en rojo como una fecha clave dentro de un proceso marcado por la inestabilidad e interrogantes que marcan el futuro de la histórica entidad, inmersa dentro de un complejo proceso legal para prorrogar y mantener una concesión que está en el aire. Ese será el principal reto del sucesor de Emerico Fuster, que no se presenta a la reelección, con tres aspirantes a recoger el testigo del todavía dirigente, que se impuso por la mínima en 2019 y acaba su mandato.

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La votación está prevista para el 26 de octubre -jueves-, pero seis días antes las tres candidaturas deben presentar los 106 avales mínimos para constituirse oficialmente y optar a la presidencia del Náutico de Palma en un momento clave. Por ahora, tres equipos de trabajo trabajan para conseguir esos apoyos previos. Son los encabezados por Rafael Gil, que representa la línea continuista del actual equipo directivo, junto a los que lideran Bartolomé Berga y Miquel Matas, dos corrientes que persiguen una renovación en la cúpula del RCNP. Dos de ellas tienen ultimado el proceso y llegarán a tiempo, a ese 23 de octubre, con los deberes hechos, mientras que una tercera trabaja a contrarreloj para conseguir dar ese paso decisivo.

Está previsto que, días antes de la votación, los candidatos confirmados por la junta electoral tengan la oportunidad de exponer sus argumentos ante los socios del Real Club Náutico de Palma, que el 26 de octubre acudirán a las urnas, destacando también, y dado el ajustado resultado de 2019, la importancia del voto por correo. En total, son 2.107 los socios que tienen ese derecho y en cuyas manos estará el nombre del nuevo presidente de la entidad.