Pere Antoni Reynés, en una imagen retrospectiva. | CC Vicenç Reynés

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El mundo del deporte, pero de manera muy especial el del ciclismo, está de luto al conocer días atrás la pérdida de una persona que gozaba de un enorme carisma. Las muestras de tristeza y dolor por el fallecimiento de Pere Antoni Reynés Mimo se han multiplicado desde diferentes ámbitos y quedaron patentes en su despedida, el pasado viernes, en la que sus más allegados estuvieron arropados por numerosos amigos y personas próximas a una figura que deja un gran vacío, especialmente en la localidad de Deià, donde nació y creció en un entorno muy ligado al deporte del pedal.

Porque Pere Antoni era hermano de Vicenç y Marc, quienes fueran ciclistas profesionales de carretera, en especial el primero. Una especialidad que fue parte de su vida y que disfrutó, además de otros deportes que le cautivaron. Precisamente, el Club Ciclista Vicenç Reynés informaba de la triste noticia a través de las redes sociales con un sentido escrito: «Esta semana nos ha dejado nuestro hermano, nuestro amigo Pere Antoni. Es muy complicado expresar con palabras todas las emociones que surgen en estos momentos tan difíciles. Los que tuvimos la suerte de conocer a Pere sabemos el corazón tan grande que tenía y la manera de hacer que sea eterno es recordarlo siempre así. Recordar los buenos momentos que pudimos compartir con él, será la forma en que siempre esté con nosotros. Desde aquí queremos enviar un abrazo cargado de amor y energía a toda su familia y amigos. Vuela alto Pere», rezaba la sentida nota.

Esa nota generó de inmediato una cascada de muestras de apoyo a la familia Reynés Mimo, muy querida y conocida en Deià y en otras localidades de la Serra de Tramuntana como Valldemossa o Sóller, esta última principalmente al desarrollar allí Pere Antoni buena parte de su actual y más reciente ocupación profesional, al frente de uno de los negocios de la familia en el Port, donde su frescura, simpatía, naturalidad y espontaneidad le hicieron ser muy conocido y querido.