Xisco Lliteras, con el icono de la 312.  | Fernando Fernández

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Lo que comenzó como una reunión de amigos con el reto de dar la vuelta a la Isla, ha acabado trascendiendo hasta ser uno de los eventos deportivos mejor considerados dentro del planeta ciclismo y un reclamo a escala universal de un paraíso del cicloturismo. La Mallorca 312, cita de las Supersapiens Milestone Series, acude un año más a su cita este sábado, 30 de abril, con 8.000 participantes en la línea de salida de la Platja de Muro y un ambiente que permite hablar de retorno a la normalidad tras meses de incertidumbre. El director de la prueba, Xisco Lliteras, desgrana en un encuentro con Ultima Hora    sus entresijos y agradece la implicación global para intentar hacer del evento una fiesta de la bicicleta.

Volvemos a tener una Mallorca 312 bajo la nueva normalidad.
—Va a ser como las de antes. Al menos, esa es nuestra intención. Esto tiene dos significados: por un lado, hemos pasado una situación social, sanitaria y económica delicada. Por fortuna, ha vuelto la normalidad y, a nivel local, es una muestra clara de que hemos superado ese duro momento. Y, como grupo de trabajo y gente del ciclismo, volver a traer a todas esta gente es una mezcla de alegría y satisfacción.

¿Llegó a pensar que no cubriría las 8.000 inscripciones?
—Es la cifra límite y ha sido nuestro reto. Antes de la pandemia, agotábamos las inscripciones en horas... Esta vez hemos tardado unos dos meses. Es verdad que eran meses, en enero y febrero, con una nueva ola de COVID, en los que había incertidumbre, pero con el paso del tiempo, la respuesta fue espectacular. Hemos estado muy encima en todo momento, especialmente con los ayuntamientos. Nunca en doce años, siete con carreteras cerradas, nos hemos sentido tan bienvenidos por parte de los municipios. Sabemos que importunamos o molestamos en algunos momentos, unas horas. Pero hemos intentado dar soluciones. Hemos actuado con tiempo para implementar un modelo que sea beneficioso para todos.

¿Cuánta gente moviliza un evento de ese calado?
—Durante el año, somos siete fijos; este mes, andamos entre 15 y 20 personas, subiendo a 40 esta semana. El día de la marcha es el momento cumbre, con unas 850 personas trabajando entre el equipo de la organización, voluntarios y fuerzas y cuerpos de seguridad.

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Más que nunca, ¿se agradece el apoyo de las figuras del ciclismo mundial que estarán un año más en la línea de salida?
—Esta alineación (Indurain, Contador, Beloki, Basso, Horrillo...) es el envoltorio perfecto para la prueba. Nos da una seña de distinción. Tenerles es un placer, un honor y una muestra de que se hacen bien las cosas. Queremos que sea el día de la bicicleta en Mallorca, y estos embajadores son grandes reclamos en todo el mundo.

El soporte institucional ha sido, además, incondicional en todo momento...
—La ubicación de la Mallorca 312 en el calendario es estratégica. Damos continuidad a la Semana Santa, rumbo a la temporada estival y de verano, de sol y playa. Desde 2011, supimos que era el momento ideal para todos. Además, es de destacar el apoyo por parte de las instituciones, tanto a nivel político, turístico, deportivo, carreteras, DGT, ayuntamientos... Tenemos buena sintonía con todos, y especialmente con el de Muro, que es la base de la prueba, punto de salida y llegada. Y también con Protección Civil de Muro. Todos nos han hecho sentir como en casa.

¿Se ha conseguido una actuación coordinada para facilitar la convivencia entre bicicletas y los demás vehículos ese día?
—Se ha conseguido, de la manera más respetuosa, coordinados entre todos los que trabajamos en ello. No pasa nada porque un día las bicicletas ganen a los coches. Garantizamos la movilidad. Es posible y nos comprometemos a que sea ágil. Estos eventos deben servir para dinamizar las temporadas media y baja, a hacerlas más desarrolladas y fuertes.

¿Qué mensaje lanza en las horas previas a esta 312?
—De agradecimiento. A todos los que han aportado y la hacen posible; pero también a quienes han pedido información y se han interesado por la prueba.