Los nadadores alevines, benjamines y prebenjamines regresaron a la piscina tras tres meses sin poder lanzarse al agua. | Pilar Pellicer

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El Club Natación Palma coge aire. La histórica entidad, que atraviesa un complicado momento a nivel económico y deportivo por el cierre de las instalaciones como consecuencia de la crisis sanitaria, ha cogido aire con el regreso de la actividad a su sede. La entrada en la fase 3 y la consiguiente adaptación a la normativa permitió en la jornada de ayer que la institución que preside Xim Hierro pudiera reabrir su sede social, sus oficinas y, lo más importante, la piscina Antònia Real de s’Escorxador, el motor del Palma.

Los nadadores federados ya habían podido ejercitarse en las piscinas municipales de Ciutat, pero también tuvieron la oportunidad de lanzarse al agua, al igual que los Másters.
Pero también los más pequeños, que llevaban tres meses sin nadar en una piscina. Los alevines de primer año, los benjamines y prebenjamines disfrutaron de nuevo de las sensaciones de ejercitarse en el agua en un día muy especial para el Club Natación Palma, que gracias a su reapertura recibe un balón de oxígeno que seguirá creciendo estos días con la puesta en marcha de las diferentes actividades estivales previstas.

Además, varias personas se acercaron hasta la sede del club para realizar una donación a la campaña de captación de ayudas lanzada por la entidad.