Carla Suárez Navarro da la mano a Maria Sharapova tras el partido. | Danielle Parhizkaran

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La tenista española Carla Suárez, trigésima cabeza de serie, vivió una jornada especial en el Abierto de EE.UU. al vencer por 6-4 y 6-3 a la rusa Maria Sharapova, vigésima segunda favorita, gracias al gran resto que mantuvo durante todo el partido y que le permitió pasar a cuartos de final en el día de su 30 cumpleaños.

Suárez, que juega su undécimo Abierto de Estados Unidos, logró su segunda clasificación a cuartos de final después de la conseguida en 2013.

La tenista canaria presentó un juego sólido y consistente desde el fondo de la pista, que le permitió mantener el control, y fue mejor que su rival.

El triunfo de Suárez sobre Sharapova, de 31 años, ganadora del Abierto de Estados Unidos en 2006, rompió la imbatibilidad de la tenista rusa en la pista central Arthur Ashe Stadium tras 22 partidos sin perder.

Es el segundo duelo que Sharapova pierde frente a la jugadora canaria, de los seis disputados (4-2).

El partido, que duró una hora y 31 minutos, dejó a Suárez con 14 golpes ganadores y 20 errores no forzados, comparados a los 15 y 38, respectivamente, de Sharapova, que disputó su duodécimo Abierto de Estados Unidos.

Suárez hizo cinco breaks en siete oportunidades por 3 de 8 Sharapova, que cometió ocho dobles faltas y metió dos saques directos por ninguno de la tenista española, que centró toda su estrategia en hacer que fuese la excampeona del Abierto de Estados Unidos su peor enemiga con los errores no forzados que cometió.

El partido comenzó con saque de Sharapova que ganó fácil el primer juego, lo mismo que hizo Suárez con el suyo, pero luego la tenista canaria se aprovechó de la falta de consistencia del servicio de la excampeona y le hizo tres breaks en cuatro oportunidades.

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Suficiente para ganar el set, aunque también cediese dos de sus saques en las cinco oportunidades que tuvo Sharapova, que se convirtió en su peor rival con seis dobles faltas por dos 'aces'.

La historia no cambió en la segunda manga, que comenzó con la primera rotura de Suárez al saque de Sharapova, que esta vez lo recuperó en el segundo juego para el 1-1, y luego mantuvo el suyo, lo que hizo que por primera vez estuviese al frente del marcador (2-1) desde el 1-0 del inicio de partido.

Pero Suárez respondió bien con su saque y su seguridad con el resto desde el fondo de la pista, lo que le permitió hacer el segundo «break» de la manga y ponerse de nuevo con la ventaja de 3-2 y toda la presión para Sharapova.

Suárez, con su saque, salvó un punto de «break» y aseguró un parcial de 4-2 que sería de gran valor de cara a la confianza de la tenista canaria.

Sharapova se dio cuenta que estaba cerca de la eliminación e intentó presionar con su tenis, pero los errores no forzados se mantuvieron de su lado, y la tenista canaria, con gran estrategia, se dedicó a asegurar su saque y no forzar ningún golpe que diese la oportunidad a su rival de meterse de nuevo en el partido.

No sucedió porque en la primera pelota que tuvo de partido la aseguró y comenzó a celebrar de verdad su trigésimo cumpleaños, que no será fácil que olvide en mucho tiempo; ya que después de cinco años fue la gran estrella de la noche, que robó el protagonismo y la imbatibilidad a Sharapova en la pista Arthur Ashe.

La próxima rival de Suárez será la estadounidense Madison Keys, decimocuarta favorita, que venció con facilidad por 6-1 y 6-3 a la eslovaca Dominika Cibulkova, vigésima novena cabeza de serie, y logró por segundo año consecutivo el pase a cuartos de final femeninos del Abierto de Estados Unidos.

El duelo entre Suárez y Keys será el cuarto y con claro dominio de la tenista estadounidense, finalista el año pasado el Flushing Meadows, por 3-0 en la serie.