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Han pasado 40 años, un largo espacio de tiempo que no han impedido que el registro que plasmó en su día Antònia Real Horrach (Palma, 1963) siga perenne, presente en los anales del deporte español. En los albores de Río 2016, la nadadora mallorquina sigue siendo, cuatro décadas después, la deportista de nuestro país más joven en debutar y competir en unos Juego Olímpicos.

Desde ese 20 de julio de 1976 ninguna mujer en nuestro país ha podido superar el registro fijado por la ‘niña prodigio’ de la natación española del momento. Con 12 años, 10 meses y 6 días; o lo que es lo mismo, 12 años y 311 días, Antònia Real hacía historia. Horas después del legendario ‘10’ de Nadia Comaneci, el deporte balear atrapaba un doble hito. Porque la nadadora fue la primera mujer de las islas en participar en unos Juegos Olímpicos, y cuarenta años después, conserva el récord español femenino de precocidad en el gran evento deportivo del planeta.

Ese 20 de julio del 76, este miércoles hace justo cuatro décadas, la jovencísima Antònia Real participaba en la segunda serie de la primera ronda de los 400 metros libre. «Fue una experiencia que me dejó sin palabras», recuerda la carismática nadadora a día de hoy, quien se mostraba «impresionada, más por el hecho de nadar y competir, por todo lo que nos rodeaba. El ambiente, la Villa, la seguridad... más después de lo de Múnich cuatro años antes».

Real fue quinta en su tanda, con un tiempo de 4:30.37. Repitió concurso cuatro días después (24 de julio), en los 800 metros libre (9:07.24, primera ronda), poniendo fin a su participación en Montreal 76. «Lo mío no era muy normal en ese momento. Ni ahora tampoco lo sería», admite Antònia, cuya figura sigue presente en la memorial colectiva del deporte y la sociedad isleña, dando nombre incluso a la piscina que el Club Natación Palma posee en Ciutat.