En la imagen se observa el lamentable estado en que se encuentra el Lluís Sitjar. | J. TORRES

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El Lluís Sitjar será historia en seis o siete meses si se cumplen las previsiones de Cort, que ayer aprobó en Junta de Gobierno la adjudicación del derribo a la empresa Contratas Bartolomé Ramón S.A. por 1.198.472 euros. El portavoz de Cort, Julio Martínez, explicó que el estadio estará derribado en uno o dos meses, pero no se podrá proceder a su derribo hasta que no estén notificados los cerca de 400 propietarios. El hecho de no poder localizar a algunos de los titulares de las acciones, obliga a publicar el presupuesto de demolición en el BOIB; se calcula que la notificación se prolongue durante unos tres meses. Posteriormente, se abrirá un plazo de diez días para presentar alegaciones al presupuesto de demolición. Cuando se resuelvan las alegaciones, si las hubiese, y el presupuesto aprobado ayer sea definitivo en vía administrativa se podrá proceder a la demolición.

360.000 euros

El portavoz municipal destacó que el derribo no lo pagarán los ciudadanos, sino que correrá a cargo de los copropietarios. Por ello, los instó a acometer ellos mismos la demolición por si pueden hacerlo de una forma más económica. Con el presupuesto que ha aprobado el Consistorio palmesano, los copropietarios tendrán que pagar 1.800 euros por cada acción. El Real Mallorca tiene el 30 por ciento de los títulos, por lo que le correspondería pagar unos 360.000 euros, aproximadamente.

Cort le notificó el pasado 27 de mayo a Gabriel Cerdà, presidente de la SAD Balear, que la Gerència d'Urbanisme había aprobado el presupuesto de demolición. El teniente de alcalde d'Urbanisme, Jesús Valls, confirmó ayer que desde entonces el consejo de administración del club no se ha pronunciado. Valls destacó que hay consenso político, social y vecinal para derribar el Lluís Sitjar. Además, según ha podido saber Ultima Hora algunos consejeros también son favorables a su derribo.

Valls recordó que el estado del Lluís Sitjar ha empeorado, situación que Cort le ha comunicado al juez, que tendrá que decidir el próximo 31 de julio si se tiene que derribar el estadio, como ordenó Urbanisme la pasada legislatura o se atiende a la petición del Mallorca, que presentó un recurso contra su demolición.

Informe

El citado informe técnico concluye que «se va agravando de manera importante la estabilidad de la estructura» del recinto. Los técnicos señalan que «hay riesgo de colapso parcial en diferentes zonas», que la situación ha empeorado y que las medidas cautelares adoptadas «no han sido suficientes para impedir la entrada de terceras personas al estadio».

El regidor d'Urbanisme reiteró que los técnicos municipales vigilan la evolución del estadio para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Respecto al inicio del expediente de ruina técnica, los servicios jurídicos del Ajuntament han determinado que «no hay lugar» a iniciarlo, ya que está en marcha la orden de demolición por una ruina económico.