El delantero del Getafe Adrián Colunga pelea un balón con el defensa argentino del Málaga, Marcos Angeleri. | Efe

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Getafe 1 - 0 Málaga

Getafe: Julio César (Codina, min. 90); Valera, Rafa, Lisandro, Escudero; Sarabia (Borja, min. 65), Lacen, Juan Rodríguez, Gavilán (Pedro León. min. 49); Colunga y Ciprian.

Málaga: Caballero; Jesús Gámez, Angeleri, Flavio, Antunes (Eliseu, min. 67); Camacho, Darder; Portillo (Iakovenko, min. 59), Duda, Samuel; y Santa Cruz.

Goles: 1-0, min. 8: Colunga.

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Expulsó con doble amonestación a Ciprian (min. 10 y 38) y a Angeleri (min. 39 y 77). Amonestó a Colunga (min. 44), Lacen (min. 70), Escudero (min. 79), Lisandro (min. 85) y Pedro León (min. 88) por parte del Getafe y a Jesús Gámez (min. 91) por parte del Málaga.

El Málaga pagó cara su indolencia en el Coliseum Alfonso Pérez, donde el Getafe ganó 1-0 pese a jugar con un futbolista menos durante cuarenta minutos por la expulsión de Ciprian Marica, y dejó casi en bandeja tres puntos al conjunto madrileño, que sigue vivo en su lucha por mantenerse en Primera División.

La visita de Bernd Schuster al que fue su estadio, aquel que disfrutó de los mejores momentos de un equipo ahora en crisis, se presentaba incierta para el cuadro de Cosmin Contra. El técnico rumano, que llegó a coincidir con el alemán en aquella brillante etapa, no esperaba a un Málaga timorato, a un paso de la salvación después de una temporada de transición tras la espectacular campaña que completó el año pasado.

Schuster no asomó la cabeza en todo el partido. Estaba tranquilo dentro del banquillo. Todo lo contrario que Contra, que no paró en los noventa minutos. No dejó de gesticular y de gritar a sus jugadores. Lo hizo sin descanso, sin pausa y estuvo a punto de vestirse de corto para correr la banda derecha por la que cabalgó durante años en el club madrileño.

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Los banquillos eran un síntoma del estado de los dos equipos. Unos estaban muy nerviosos y los otros muy tranquilos. Quizá demasiado y por eso el bloque de Schuster lo pasó mal en los primeros quince minutos, en los que el Getafe tuvo el control del duelo. Fue un espejismo que dio sus frutos, porque nunca más consiguió dominar el duelo con claridad. Siempre funcionó a base de arranques sin mucho criterio.

Con un público más receptivo y más implicado, en un encuentro en el que cada abonado recibió una entrada de regalo, el Getafe abrió el marcador pronto por medio de Adrián Colunga.

El delantero aprovechó un resbalón del central argentino Marcos Alberto Angeleri para rematar a la red un pase de Ciprian Marica. La mala suerte de Angeleri, que no dejó de caerse durante toda la primera parte, dio el primer tanto a los locales.

Después, el choque se desarrolló incierto, sin un dominador claro y marcado por dos jugadas. La primera, un remate al poste del paraguayo Roque Santa Cruz y la segunda la expulsión de Marica. El rumano, que ya había visto una tarjeta, vio la segunda en una jugada absurda tras interrumpir descaradamente el saque de una falta. El árbitro asturiano Muñiz Fernández no dudó y expulsó al nueve del Getafe.

Con un futbolista menos sobre el campo desde el minuto 38, las pocas luces que tenían los hombres de Cosmin Contra se apagaron. Sólo había una posibilidad: aguantar de cualquier manera. El primer movimiento para conseguirlo fue sacar al campo a Pedro León en los primeros compases de la reanudación.

Su suplencia fue la principal sorpresa de las dos alineaciones y salió para dar aire a su equipo. Jaime Gavilán, que volvía después de varias jornadas lesionado, no tenía el oxígeno necesario para aguantar 45 minutos de embestidas malagueñas.

Curiosamente, con ese panorama, el Getafe aguantó sin muchos problemas los intentos del Málaga. Apenas se acercaron al área del portero brasileño Julio César, que no tuvo casi trabajo. Incluso fueron más las aproximaciones del Getafe, que finalmente respiró con la expulsión de Angeleri.

El argentino se fue al vestuario después de completar un partido horrible. Mal situado, lento y con resbalones continuos, coronó su actuación con una tarjeta roja que prácticamente finiquitó las opciones del Málaga de sumar el punto que necesitaba para salvarse matemáticamente.

Fue un equipo amigo, que no hizo nada contra diez durante un buen tramo del partido. El Getafe lo agradeció con tres puntos que le mantienen con vida en Primera. A la espera de lo que haga el Valladolid esta jornada, que visitará al Celta de Vigo, está fuera de los puestos de descenso.