José Luis Oltra se dirige al campo de entrenamiento de la Ciudad Deportiva, acompañado por sus jugadores, antes de iniciar la sesión preparatoria cele

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José Luis Oltra sigue...de momento. Y continúa porque todavía el director deportivo no ha movido ficha y más allá de un ‘oficioso’ tratado de intenciones, Serra Ferrer no ha realizado ningún movimiento ni abierto vías de consulta con el resto de consejeros para abordar la destitución del entrenador valenciano. El máximo accionista está dilatando la ejecución del preparador del equipo balear, que es evidente que no tiene ya la confianza de quien lo fichó y que solo la confusión que invade la planta noble le sostiene en el alambre.

Los pasos que debe seguir Serra son muy sencillos: de una parte tiene la opción de solicitar al presidente Biel Cerdà que convoque al consejo de administración y por otra, y todavía más sencilla, comunicar telefónicamente con Utz Claassen para avanzar en sus intenciones y acelerar el proceso que, si bien parece irreversible, lo cierto es que se ha demorado en exceso hasta el punto de que ayer el entrenador dirigió al primer equipo en Son Bibiloni.
Resulta del todo ilógico que si el director deportivo ha perdido la confianza en el profesional que debe dirigir al equipo hacia el objetivo del ascenso, este continúe al frente del vestuario y más si, como bien apunta Serra, tiene ya una opinión formada respecto al futuro del técnico mallorquinista.

Cartas sobre la mesa

Con las cartas sobre la mesa, ¿a qué espera Serra para dar oficialidad a su decisión y hacerla partícipe con el resto de consejeros? Ayer durante la mañana el máximo accionista mantuvo diferentes reuniones con sus personal afín, con los hombres que siguen fielmente su credo y su doctrina y que poco o nada pueden resolver. De una parte mantuvo un ‘cónclave’ en las oficinas de Son Bibiloni con el apoderado Tolo Martorell y con el director del fútbol base, Toni Prats, pero no lo hizo con Michael Blum, director general y también apoderado con firma para poder agilizar todos los trámites extraordinarios.

De hecho, las gestiones que requieren máxima urgencia no precisan de la convocatoria oficial de un consejo y pueden resolverse de forma mucho más ágil. El último ejemplo está localizado en el mercado de invierno donde se llevaron a cabo toda una serie de fichajes sin que se convocara al órgano de poder del club. Por este motivo, si es ahora imprescindible despedir al entrenador a modo de revulsivo, Serra no tiene motivos para demorar más la ejecución.
No hay razones para prolongar una situación en la que nadie está conforme y donde se hace muy difícil poder trabajar con el sosiego necesario para llevar a cabo el objetivo del ascenso a Primera División.

Uno de los aspectos que también tiene alarmados a los miembros del consejo radica en la sospecha, de cada vez más certera, de que el director deportivo no tiene lo que vendría a ser un plan B y que a día de hoy desconoce totalmente quien puede ser el sustituto de José Luis Oltra.
Uno de los nombres que más ha sonado durante estas últimas horas ha sido el del exjugador del Mallorca, Javier Olaizola, pero esta solución de urgencia no gusta al consejo y se espera que Serra aporte otra alternativa. Biel Cerdà, que ayer acudió a Son Bibiloni para presenciar la segunda parte del encuentro entre el Mallorca B y el Poblense, manifestó que los tiempos para tratar este asunto debe marcarlos Serra Ferrer ya que el conflicto creado es deportivo y por lo tanto la iniciativa de pedir un consejo debe partir del actual máximo accionista y director deportivo.

En este escenario, todos los miembros implicados en la toma de decisiones están a la espera de que Serra mueva ficha y deje debatir internamente con sus colaboradores la decisión final porque la solución no está en ellos, está en el consejo y en comunicar oficialmente su decisión y lo que él cree que es mejor para el futuro deportivo del Real Mallorca. Mientras el vicepresidente trata de aclara sus ideas, el entrenador sigue trabajando y ayer, el primer día tras la derrota ante el Hércules, dirigió el entrenamiento en la ciudad deportiva Antonio Asensio. Tras una reunión inicial con sus futbolistas que se prolongó por espacio de un cuarto de hora, el técnico fue quien marcó las pautas del entrenamiento y se mostró igual de activo y participativo que siempre en el trabajo de campo. Hasta que no le digan lo contrario, él continúa siendo el entrenador el Mallorca y así continuará hasta que Serra decida poner fin a esta situación.