EfeBangkok,03/11/12 0:00
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El técnico de la selección española, José Venancio López, dio por «bueno» el empate frente a Irán (2-2), en el primer partido de su equipo del Mundial de fútbol sala que se disputa en Tailandia, una de las sorpresas en el arranque de una competición en la que el combinado nacional cuenta con un mallorquín en sus filas, Miguelín, autor del primero de los tantos frente al conjunto asiático, uno de los rivales más temibles a excepción de los grandes favoritos, como son Brasil, Rusia y la propia España.

«Nosotros siempre vamos de menos a más en los Mundiales. Sabíamos que iba a ser un partido difícil y así ha sido», declaró José Venancio López.

En la segunda parte y con dos goles de ventaja, Aicardo estrelló un balón en el poste y Nazari, el meta persa, estuvo muy atento ante la llegada de Lozano.

«Hemos tenido la opción de marcar el tercer tanto y sentenciar el partido, pero cuando se perdona ante un rival de este nivel eso te pasa factura», indicó el preparador de España.

Esperanzas

A pesar de admitir que sus jugadores no dieron el nivel esperado en el estreno mundialista en Tailandia, el entrenador de la doble campeona mundial se mostró contento con sus pupilos.

«No hemos dado el nivel en ataque, pero estoy contento porque hemos controlado el encuentro», apuntó el técnico vasco.

El próximo lunes, España se enfrentará a Panamá y cerrará su participación en la primera fase del Mundial, el día 8 ante Marruecos. En ambos encuentros, la victoria se ha convertido en una premisa clave para José Venancio López y sus hombres, entre ellos el balear y jugador de ElPozo Murcia Miguelín, que se ha convertido en uno de los fijos en la lista del responsable del equipo nacional, más tras haber colaborado en la consecución del título europeo meses atrás, después de haber despuntado en el Fisiomedia Manacor, desde donde dio el salto a ElPozo Murcia y a la selección española, que por primera vez en la historia cuenta en un Mundial de fútbol sala con un representante de las Islas, que aspira así a conseguir un nuevo título mundial para la laureada selección nacional.