Llegada de los atletas baleares de los JJOO Londres 2012.

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La nutrida representación mallorquina participante en los Juegos Olímpicos de Londres comienza a aterrizar en la isla. La terminal de llegadas del aeropuerto de Son Sant Joan, como si de una pasarela se tratara, vio desfilar durante la tarde de ayer a las nadadoras Marga Crespí y Melanie Costa, al piragüista Sete Benavides y al triatleta Mario Mola.

Las primeras en llegar fueron las chicas. Crespí lo hacia con su medalla de bronce colgada en el cuello, acompañada de una sonrisa que denotaba el sueño que está viviendo. «Ha sido una recompensa para un año duro, no lo esperábamos para nada», comentó la mallorquina, quién también admitió que la medalla de plata previa obtenida por el dúo de sincronizada, les sirvió de «gran motivación».

Junto a Crespí también apareció Melanie Costa, que pese a quedarse a las puertas de tres finales olímpicas, se mostraba «muy contenta» por lo que ha podido mejorar gracias a esta experiencia. «Hay que pensar que, en mi prueba, fui a Londres con sólo la décimo sexta mejor marca y he quedado novena» declaró.

Después de las chicas fue el turno para Sete Benavides y Mario Mola. El Port de Pollença se volvió a volcar con Sete, su vecino más ilustre, quién ya se está «acostumbrando» a estos recibimientos. «Algo ya me suponía, pero me sigue gustando mucho».

Respecto a su cuarto puesto final, el piragüista reconoció que alguien tiene que ocupar esa ‘dura’ posición, pero que ya está deseando quitarse «la espinita» en las próximas citas mundiales.

Por su parte, Mola se mostraba contento de vivir una «súper experiencia». «El resultado ha sido bueno, la competitividad de la prueba fue muy alta. Sabíamos la competición que nos encontraríamos, y lo afrontamos de la mejor manera», admitió.