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El serbio Novak Djokovic aseguró hoy, tras vencer a Rafa Nadal en la final del Masters 1000 de Roma, que el tenista español sigue siendo el «rey» sobre la tierra batida y el mejor jugador de siempre en esta superficie.

Djokovic, número dos del mundo, respondió así en rueda de prensa a la pregunta de si hay un nuevo rey en arcilla ahora que se ha impuesto dos veces consecutivas (Madrid y Roma) sobre esa superficie al español, número uno del mundo.

El serbio señaló que se trata de dos torneos, aunque sí admitió que su trayectoria hasta ahora le ha hecho ganar mucha confianza de cara al próximo Roland Garros, que comienza el 22 de mayo.

Sobre el partido de hoy, Djokovic comentó que fue capaz de llevar «al máximo» sus «habilidades» en la pista, mientras que sobre su recuperación del agotador encuentro de semifinales que afrontó ayer contra el británico Andy Murray dijo: «Si crees en ello, puedes recuperarte».

Preguntado por si le había beneficiado el retraso de tres horas en el inicio del partido de hoy a causa de la lluvia, Djokovic dijo que eso fue «buena suerte», pero aseguró que él «estaba listo para jugar a las 16.15 horas», hora prevista para el comienzo de la final.

Djokovic, que consideró que en Madrid y hoy en Roma jugó «el partido perfecto», afirmó que siempre «existe la necesidad de mejorar» y señaló que «ser agresivo» era el único modo para vencer a Nadal.

Agregó que ahora tratará de «disfrutar» la victoria y afirmó que se siente «orgulloso de poder formar parte en cierto modo de la historia (del tenis), de la elite de jugadores como Nadal o (Roger) Federer».

Asimismo, señaló que el hecho de que haya más tenistas que se disputan los grandes torneos lo hace «más interesante».

Por otro lado, 'Nole' subrayó que, de todas sus marcas logradas este año, de lo que está más orgulloso es de su juego en arcilla, del modo en que golpea la bola y de la confianza que ha adquirido para pensar que puede batir a los mejores.

El tenista serbio reiteró al respecto que «todo» empezó con la Copa Davis obtenida por Serbia, que le dio una «energía increíble».

Así, indicó que antes no tenía la «consistencia» que tiene ahora ni el «enfoque mental correcto» cuando jugaba contra los grandes.