El partido comenzó bien para los intereses del conjunto local, que consiguió llevar la iniciativa y ponerse por delante en el marcador ante la pasividad defensiva de las jugadoras visitantes. Sin embargo, la entrada de Ferrari en la pista aportó mucho dinamismo al ataque balear y, con quince puntos en la primera parte, se convirtió en la jugadora más desequilibrante de su equipo.
La reacción del Soller, que acusó la baja de Gabi Ocete, no se haría esperar y el técnico local se vio obligado a pedir un tiempo muerto con 32-37 en el marcador. Perovanovic, que no falló un solo tiro libre a lo largo del partido, ajustó nuevamente el marcador colocando el 47-48 al descanso.
En el inicio del tercer periodo continuó la igualdad, aunque el ritmo de anotación se estaba ralentizando. Con los puntos más caros, el Soller tuvo más temple y paciencia y logró su máxima ventaja del partido, diez puntos, en la recta final del tercer periodo.
Ya en el último cuarto y a pesar de las embestidas del club catalán, el Sóller conseguía mantenerse a flote defendiendo exiguas ventajas. Murphy había sido totalmente anulada por la defensa local y su ausencia en el apartado anotador acabó por pasarle factura a las baleares. El Olesa obtuvo justa recompensa a su esfuerzo y logró poner las tablas en el marcador (78-78). Perovanovic y Morales se estaban convirtiendo en una auténtica pesadilla para un Soller, cuya luz se iba apagando a medida que nos acercábamos a la conclusión.
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