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Los bolos veraniegos y la pretemporada se despiden, porque a partir de esta noche (21.00 horas) hay que dar la bienvenida a ocho meses de emoción, espectáculo y fines de semana cargados de estímulos. Ocho de las 18 ciudades que dan forma al mapa de la LEB Oro asisten hoy al estreno de un nuevo curso. Sólo Girona esperará al domingo.

La antesala de la mejor liga de Europa abre sus puertas al ejercicio 2009-10. Todos los focos se posan en los proyectos que han diseñado el CAI Zaragoza y el ViveMenorca, pero ambos encaran una dura batalla en la que la igualdad de fuerzas es la gran amenaza. Aragoneses y menorquines pretenden sellar cuanto antes el billete de vuelta a la ACB. A la máxima categoría también miran de reojo Melilla, La Laguna, Cáceres y Burgos. Sobre el papel, por presupuesto y plantel, estos seis proyectos son los llamados a ocupar los puestos de privilegio, mientras que otros doce, entre los que se encuentra el Bàsquet Mallorca, inician una carrera de supervivencia en la que nadie se olvida de soñar con hacerse con el cartel de revelación.

Galicia, Castilla y León, Canarias y Catalunya, con tres efectivos, son las cuatro comunidades con mayor representación en la segunda categoría del baloncesto nacional. Balears se coloca a rebufo de ellas, ya que la presencia de ViveMenorca y Bàsquet Mallorca devuelve a las Islas la cuota que ya tuvo en la LEB durante años. Precisamente el derbi balear es uno de los alicientes que alimenta las ganas de baloncesto en las Islas.

No obstante, la representación balear no se limita a las islas, puesto que jugadores mallorquines y menorquines han encontrado acomodo en diferentes escenarios. Miki Servera, Joan Sastre, Alberto Corbacho, Toni Vicens, Jan Orfila, Iván Llull... una notable lista que competirá ante ex y futuros jugadores de la ACB.

En otra campaña en la que se repite la igualdad y la premisa de hacerse fuertes en casa para alcanzar los respectivos objetivos, las grandes novedades del curso residen en la línea de triples y en la zona. Los tiradores tendrán que adaptarse a los 6'75 metros para anotar de tres puntos y los espectadores notarán un cambio en el decorado habitual, ya que la zona pasa a ser cuadrada.