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Aunque las cuatro ciudades candidatas llevan a sus espaldas dos años de preparativos, exámenes y presentaciones, el desenlace del proceso de elección de la sede de los Juegos Olímpicos de 2016 se concentrará la jornada del 2 de octubre en apenas diez horas, con el Bela Center de Copenhague como escenario.

Los miembros del COI tendrán que madrugar para estar a las 8.30 de la mañana en la sala de reuniones y recibir un cuarto de hora después a la candidatura de Chicago, primera en el turno de intervenciones según un orden determinado por sorteo. A las 10.25 se presentará Tokio, a las 12.05 Río de Janeiro y después de la comida, a las 14.45, Madrid. Cada ciudad dispondrá de 50 minutos de exposición y luego deberá someterse durante otros 20 a las preguntas que quieran hacerle los votantes. Entre las presentaciones de Chicago, Tokio y Río, las tres por la mañana, habrá un descanso de 25 minutos. Entre la de Río y la de Madrid el tiempo para comer será de hora y media.

Una vez la candidatura madrileña haya terminado su intervención, es previsible que el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, ceda la palabra a la presidenta de la Comisión de Evaluación de los Juegos, la marroquí Nawal El Moutawakel, para que resuma sus impresiones y aclare cualquier duda que puedan tener, aún a esas alturas, los electores.

Inmediatamente comenzará el proceso de votación. Se repartirá un dispositivo electrónico de voto a cada uno de los miembros del COI, con excepción de aquellos pertenecientes a los cuatro países implicados, y se hará una prueba para confirmar su buen funcionamiento. La mesa electoral estará encabezada, si se sigue la costumbre de anteriores votaciones, por el alemán Thomas Bach, presidente de la Comisión Jurídica del COI.

Dependiendo de la duración de estos preliminares, la votación comenzará entre las cuatro y las cuatro y media de la tarde. El cuerpo electoral votará por su primera opción y se procederá al recuento. Bach comunicará a Rogge el resultado y el presidente informará a la asamblea -y, al tiempo, a las ciudades y al público que sigan el proceso por circuito interno o por televisión- de si hay mayoría absoluta, en cuyo caso la elección habrá finalizado, o, si no es así, del nombre de la ciudad menos apoyada, que quedará automáticamente eliminada.

El proceso se repetirá una o dos veces más, hasta que el recuento arroje una mayoría absoluta. Salvo cuando Pekín ganó los Juegos de 2008, las elecciones más recientes han llegado a un mano a mano final entre dos ciudades: Londres 2012 ganó a París por 54-50, Atenas 2004 a Roma por 66-41, Sydney 2000 a Pekín por 45-43 y Atlanta 1996 a Atenas por 51-35. Pekín 2008 se cargó de una tacada en la segunda ronda a Toronto, París y Estambul.

Las candidatas que el día 2 lleguen a la última votación tendrán que sufrir unos minutos más, mientras se prepara la sala para el anuncio del veredicto. A las 18.30 comenzará un acto en el que se dará entrada de forma ceremonial a los miembros del COI, se conectará vía satélite con las calles de las ciudades candidatas y, por fin, el presidente Rogge abrirá un sobre y pronunciará la célebre fórmula: «El Comité Olímpico Internacional tiene el honor de anunciar que los Juegos de la XXXI Olimpiada, en 2016, han sido concedidos a la ciudad de...».

Una conferencia de prensa del COI y de la ciudad ganadora, durante la que se escenificará la firma del contrato que unirá a ambas partes durante los próximos siete años, pondrá fin a la jornada electoral.