El conjunto madrileño fue víctima de su propio nerviosismo y del empuje de su rival en el tramo final del duelo. Cuando el encuentro parecía controlado con el 2-1 a su favor, marcado por el uruguayo Diego Forlán, el Atlético se achicó, dio opciones a su contrincante y lo pagó con el definitivo 2-2 en el último suspiro del choque.
El conjunto madrileño fue víctima de su propio nerviosismo y del empuje de su rival en el tramo final del duelo. Cuando el encuentro parecía controlado con el 2-1 a su favor, marcado por Forlán, el Atlético se achicó, dio opciones a su contrincante y lo pagó muy caro.
La ambición del Almería creció en la misma medida que el nerviosismo de los locales, empeñados en despejes sin sentido, incapaces de retener el balón en su poder y castigados con el 2-2 en el último minuto, en el que Piatti prolongó la crisis del Atlético, en descenso con sólo dos puntos.
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