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La metamorfosis del Palma Volley ha alcanzado un nuevo estadio. El final del ciclo de Ricardo Ramos en la presidencia, el adiós de Marcelo Méndez al banquillo, la salida de la vieja guardia del voleibol nacional y el descenso en el presupuesto da paso a una nueva etapa para el Club Voleibol Pórtol.

Todos los estamentos de la entidad que ahora preside Carmen Gayà abogan por dar continuidad a la filosofía iniciada años atrás, pero tanto la nueva responsable de la entidad como el técnico Rafael Puerto quieren poner su sello a un proyecto que no quiere perder un ápice de la ambición que históricamente ha definido sus objetivos.

Bajo la dirección técnica de José Luis Soria se ha diseñado un grupo salpicado a partes iguales de veteranía y juventud. Sólo el central Jorge Fernández y el entrenador Rafael Puerto siguen en el equipo respecto al pasado ejercicio. Jóvenes como el colocador Jaime García o los juveniles mallorquines Tomeu Verger, Xavier Román y Carlos Bibiloni afianzarán su potencial para convertirse en alternativas a un grupo que cuenta con referencias como Marcos Dreyer o Gilman Cao.

La situación económica actual ha motivado un nuevo planteamiento, pero la intención del cuerpo técnico es «aspirar a lo máximo» tanto en las competiciones domésticas como en las citas internacionales. No en vano el Palma Volly parte en el ramillete de candidatos a luchar por la Superliga y la Copa del Rey junto a conjuntos como Soria, Unicaja, Teruel o Tenerife. En cuanto a Europa el deseo del cuerpo técnico es superar las dos primeras rondas y, a partir de ahí, soñar.

Otro de los ámbitos en los que quiere hacer hincapié el club que preside Carmen Gayà es la parcela social. Aumentar la presencia de público en las gradas del Toni Pizà es una de las premisas para consolidar el nuevo proyecto. Además, amarrar los encuentros en Palma se considera como uno de los pilares para conseguir un equipo ganador.