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Son Malferit puede perder el campo de fútbol-7 y los vestuarios nuevos. Los jugadores, técnicos, directivos y padres del Soledat manifestaron ayer su malestar ante el riesgo de que desaparezca un espacio fundamental para las categorías inferiores del club.

La regiduría d'Urbanisme del Ajuntament de Palma asegura que Comercial Bordoy es el legítimo propietario de los terrenos después de que pasaran a su patrimonio en una junta de compensación. Urbanisme apunta que en la anterior legislatura se procedió a la instalación de césped artificial y la construcción de unos vestuarios sin licencia, por lo que no se advirtió el hecho de que la zona pertenecía a un particular y se realizó la inversión en un área que no era municipal.

El Soledat apunta que está en marcha el proyecto de derribo e incluso señala que ya se han tomado medidas para la construcción de un muro que separe el campo grande de la parcela que está a punto de desvincularse del actual complejo.

El club lamenta que nadie del consistorio palmesano se haya puesto en contacto con ellos para explicarles el proceso y también denuncian el dinero público que se habrá perdido. No en vano la instalación del césped artificial de última generación en el campo de fútbol-7 y la construcción de los vestuarios se realizó en 2006 con una inversión que superaría los 300.000 euros.

Los afectados planean una serie de movilizaciones después de que hayan visto en peligro una zona que ha estado a disposición de los equipos desde hace más de cuarenta años. Además, cabe la posibilidad de que desaparezca también un espacio de frontenis.

La única medida posible pasa por negociar con Bordoy la posibilidad de que los equipos de fútbol del Soledat y el Ferriolense, que se encuentra temporalmente en Son Malferit, puedan finalizar la temporada en la instalación actual. Cort negociará con los propietarios con la meta de ganar tiempo para dar con una solución definitiva a la problemática.