Paula Klamburg, Alba Cabello, la mallorquina Margalida Crespí, mordiendo su medalla, y Thais Henríquez, muestran los oros conseguidos en las piscinas del Foro Itálico de Roma.

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Miguel CabanillasROMA

Margalida Crespí ya forma parte del selecto club de mallorquines campeones del mundo. La deportista del Mediterránea entró en la leyenda de la natación sincronizada nacional tras lograr en Roma el oro en la modalidad de rutina libre combinada (Combo), el primero para una modalidad en la que nuestro país es referencia internacional. En su puesta de largo en un Mundial, Crespí ya acumula el oro en 'Combo' y la plata en el ejercicio técnico por equipos. Y el viernes, Marga y sus compañeras buscarán meterse en la final del ejercicio libre por equipos, pudiendo el sábado colgarse su tercer metal. Toda una gesta.

España logró su primer oro en el Mundial de Natación de Roma 2009 en un día que pasará ya a la historia por ser la primera vez que una representación española se proclama campeona del mundo en natación sincronizada. Este logro llega después del malestar mostrado en reiteradas ocasiones por parte de la delegación española hacia el jurado del Mundial de Roma, que, a su juicio, les había valorado, hasta el momento, por debajo de lo que merecían.

En esta ocasión, y ante la ausencia de las rusas, el oro llegó gracias a una ejecución a ritmo del Stairway to Heaven, de Led Zeppelin, que les valió una puntuación de 98.333. Este resultado es fruto de una valoración con la que los jueces se mostraron bastante más generosos con España, pues entre las puntuaciones se incluyen cuatro 9.9: tres en la impresión artística y uno en el mérito técnico. «Realmente estos tres 9.9 y una media de 9.8 en la técnica, creo que es puntuación de medalla», explicaba la seleccionadora nacional, Anna Tarrés. «Creo que el público ha sido fundamental. Hemos hecho una rutina que ha entrado. Estoy contenta de ver cómo el público estaba nadando 'Led Zeppelin' con las chicas. El jurado también lo ha percibido de esta manera», agregó. España, gracias a esos 9.8, 9.9, 9.7, 9.8 y 9.8 en el mérito técnico, y esos 9.9, 9.9, 9.9, 9.7 y 9.8 en la impresión artística, acumula ya cuatro metales en la natación sincronizada en Roma: tres de plata (grupos, individual y parejas en rutina técnica) y el oro por grupos en estilo libre.

Un oro que llega en un día histórico. Así lo definió Gemma Mengual, quien quiso participar del éxito de España, tras ausentarse en la clasificación para la final debido a las competiciones que aún le quedan por delante. «Hemos hecho una actuación estelar. Salir como primeras de grupo no siempre ayuda», comentó Tarrés, quien aplaudió a sus chicas cuando recibieron la medalla de oro en el Foro Itálico de Roma, donde se pudo escuchar el himno español por primera vez.

El combinado español estuvo compuesto por Alba Cabello, Ona Carbonell, Raquel Corral, la mallorquina Margalida Crespí, Andrea Fuentes, Thais Henríquez, Paula Klamburg, Gemma Mengual, Gisela Morón e Irina Rodríguez. Por detrás suyo quedaron las chinas, que obtuvieron una puntuación de 97.667 con un ejercicio basado en ritmos líricos que les valió la plata.