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El grupo de Serra Ferrer decidió anoche 'congelar' su oferta de 3'5 millones de euros por el 93 por ciento de las acciones del Real Mallorca SAD, y que fue trasladada a principios de esta semana al propio Mateu Alemany en el transcurso de una reunión mantenida entre Gabriel Cerdà -representante del grupo de empresarios mallorquines- y el propio presidente.

 Según difundió IB3 Televisió, Serra Ferrer y sus «socios» decidieron ayer desestimar la posibilidad de incrementar su propuesta y alcanzar los 5 millones de euros exigidos por el abogado nacido en Andratx para transferir sus títulos. Si todo sigue el guión establecido, Carlos González confía en ser hoy mismo el nuevo presidente y propietario del Mallorca a cambio de 7 millones de euros.

 Sin embargo, la aparición de una tercera propuesta canalizada por capital inglés, puede variar los planes iniciales de cerrar este miércoles la venta del club, aunque esta nueva situación obligaría a abrir una nueva vía de negociación y habría que ver la reacción de González, toda vez que es precisamente hoy cuando termina su plazo para que Alemany le comunique si acepta o no su oferta.

 

El presidente decidió en su momento priorizar la «alternativa mallorquina», aunque no contemplaba ya el pasado lunes ninguna posibilidad de renegociar a la baja. «Ahora mismo, la situación del club no tiene nada que ver con la que se vivía hace unos meses. El estado financiero y económico de la entidad ha variado de forma sustancial y ha sido para bien», manifestó Alemany a Cerdà hace ahora tres días para explicar por qué solicitaba un mínimo de cinco millones para hacer efectiva la venta de su paquete accionarial.

 

La negativa de la denominada 'vía mallorquina' se desvanece, la pelota está en el tejado de Alemany, pero repasadas las manifestaciones realizadas por el mandatario bermellón, por menos de cinco millones no hay acuerdo con el grupo de Serra. El abogado aseguró también el pasado lunes que las dos opciones -la mallorquina y la de González- tienen dos propuestas que transmiten seriedad tanto desde el punto de vista económico, social y deportivo y a partir de ahí ambas tienen la suficiente credibilidad para dirigir los destinos de la SAD balear. Ayer se cumplió una semana desde que el Mallorca pasó a ser de Mateu Alemany a todos los efectos. Ocho días después puede finiquitarse una operación que de nuevo tendrá tintes históricos. En caso de que no logre cerrarse ninguna alternativa, el nuevo plazo expirará el lunes. Ahí sí que no habrá vuelta atrás.