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Acaba de finalizar su ponencia sobre técnica del pase. Se seca el sudor y atiende a un par de hinchas que quieren hacerse una foto. Su rostro delata preocupación. Su hijo tiene fiebre y agarra el teléfono para hablar con su mujer. Pese a todo, Ettore Messina (Catania, 1959) no tiene reparos en conceder la entrevista. Lleva más de una semana de vacaciones en Menorca y asegura estar fascinado con Punta Prima, su lugar de residencia, pero dibuja una sonrisa en el rostro cuando oye hablar de Binibeca. Se siente cómodo entre tanto entrenador y su discurso así lo exhibe. Encaja todas las preguntas y sorprende al referirse incluso a Di Stéfano. Dicen de él que es un intelectual, como Valdano y Pardeza, y que por eso encaja en el nuevo puzzle que ha diseñado Florentino Pérez.

-En Moscú era uno de los entrenadores mejor pagados del mundo, ha ganado muchos títulos y tenía uno de los mejores equipos del planeta. ¿Por qué decide entonces venirse a Madrid?

-Porque es el Real Madrid, un gran club, uno de los mejores de Europa. Hablando con el presidente y con Jorge Valdano tuve claro que querían dar un paso adelante, que su idea es llegar a la Final Four de la Euroliga, tener más peso dentro de Europa. Y me hizo mucha ilusión, porque consideraron que era la persona ideal para este proyecto.

-No deja de reiterar que le ha impresionado la dimensión que tiene el Real Madrid...

-Sí, es cierto. Lo dije desde el primer momento. Tuve el honor y la suerte de ser presentado en un estadio como en Santiago Bernabéu y compartir momentos no sólo con leyendas del baloncesto, sino con personajes como Alfredo Di Stéfano. Y eso es algo muy grande.

-Lavrinovic, Velickovic... huele a proyecto ganador.

-Sí, la idea es incorporar además a un base de primer nivel y a un alero. También queremos fichar a uno o dos españoles que puedan tener un perfil de jugadores internacionales en un futuro, porque no queremos hacer un proyecto sólo de presente. Sé que es difícil, pero lo más importante al final es construir una plantilla que sea un equipo.

-Está claro que quiere una plantilla mucho más amplia de la que tenía en el CSKA de Moscú

-Dentro de un equipo las rotaciones te las marca el talento, pero es evidente que en el CSKA de Moscú teníamos una rotación corta. Pero generalmente eso va en función de los buenos jugadores que tienes en la plantilla, y eso es lo que buscamos ahora en el Madrid.

-¿Y dentro de ese equipo caben Prigioni y Ricky Rubio?

-Está claro que tenemos un interés por Pablo Prigioni y que él tiene interés en venir, pero veremos cómo evoluciona la situación. En cuanto a Rubio, es un jugador fantástico, es innegable, pero su situación contractual no da muchas más opciones que acabar jugando en el DKV Joventut.

-Le han abierto la puerta a Raúl López y en cambio han renovado a Sergi Llull. ¿Significa eso que el menorquín tendrá mayor cuota de protagonismo la próxima temporada?

-Llull fue muy importante para el Madrid la pasada temporada, ha progresado mucho con Joan Plaza. Creemos que puede dar un paso adelante y le dará mucha confianza haber sido elegido en la segunda ronda del Draft de la NBA. Además, realizará la preparación con la Selección Española para el Europeo de Polonia y todo ese trabajo que realice allí le irá bien para mejorar. Ojalá al final pueda estar entre los 12 seleccionados, pero si no lo es la experiencia le habrá venido muy bien.

-¿Tanto le seduce la idea de entrenar en la ACB?

-Me atrae muchísimo la liga ACB. Es la competición a la que más gente va a los partidos, que tiene los mejores jugadores, los mejores entrenadores y en la que las canchas siempre están llenas. Además, me ilusiona mucho vivir en España, es un país que ha evolucionado mucho y al que admiro. Los italianos lo vemos como un país que nos ha pasado por delante, que tiene más sentido de lo que se debe hacer para mejorar.

-Lleva aquí una semana. ¿Le ha dado tiempo para conocer la situación en la que se encuentra el Menorca Bàsquet?

-Sí, he hablado con gente que está relacionada de una u otra forma con el club. No resulta agradable tener que esperar a que a otro le salgan las cosas mal para sobrevivir, pero así es la vida. De todas formas, si las reglas impiden que puedan seguir en la ACB, lo que deben hacer es prepararse para el año que viene volver a subir.

-Cada año su nombre ha estado asociado a algún banquillo de la NBA, el último Toronto, pero nunca llega el momento. ¿Será imposible ver a algún entrenador europeo dirigiendo a alguna franquicia de la mejor liga del mundo?

-Es difícil. Ellos lo piensan y tienen una idea muy concreta. Es cierto que valoran y aprecian el trabajo y los fundamentos que tenemos los entrenadores europeos, pero luego, cuando llega el momento de la verdad, nadie apuesta por nosotros. Al final siempre tienen miedo de que no vaya a ser buena la relación que tengan los técnicos europeos con los jugadores americanos.

-¿Tiene algún favorito para el Europeo de Polonia?

-Está claro que no nos alejamos mucho de la verdad si consideramos que España y Grecia son los equipos más acreditados para disputar la final. Creo que Lituania también tiene una gran selección, pero tiene muchas dudas sobre los jugadores que finalmente irán a jugar a Polonia. Sin ir más lejos, Siskauskas ha renunciado.

-El hecho de que Gasol vaya a jugar deja a España un par de cuerpos sobre el resto, ¿no?

-Por supuesto (ríe). Está claro que Gasol les va a dar un plus de calidad.

-En cambio, parece que el baloncesto en Italia, a pesar de la llegada a la NBA de Bargnani, Gallinari o Belinelli, anda algo estancado a nivel de selección

-Sí, sin duda. No nos ayuda mucho tener tantos extranjeros en la competición. Hay pocos clubes en Italia que den espacio a los jugadores nacionales. Creo que será un verano clave, con la incorporación de Belinelli y Bargnani. Pueden ayudar a que la selección tenga una mayor proyección.