TW
0
Fernando Fernández Ya rondaba por su cabeza desde hacía tiempo. Y es que a Marco Rivera le van las emociones fuertes. El nadador mallorquín del Santa Olaya, plusmarquista nacional de 400, 800 y 1.500 libre (con la mínima para el Mundial de Roma en el bolsillo) y para muchos el mejor mediofondista español de la historia, ha encontrado en el triatlón la dosis de motivación como para mirar al futuro con optimismo. Aunque la natación es su primera baza, no se le da mal al doble olímpico pedalear y correr a pie. Eso sí, es en el agua donde marca diferencias.

De la mano del club Ciclos Boyer, Rivera ha demostrado que puede pelear con los mejores. Ya se ha dejado ver en clasificatorias del Campeonato de España, como la de Portocolom, e incluso afrontó como un serio test la Copa de Europa celebrada días atrás en Pontevedra, en la que pudo calibrar sus opciones entre algunos de los mejores especialistas del planeta.

Allí acabó en el puesto 50º (1:51:31), pero en el recorrido a nado fue el mejor, por delante del implacable Javier Gómez Noya. Pese a tener menos rodaje que sus adversarios, Marco mostró buenas maneras y se fija en Iván Raña como un referente, buscando llegar lo más lejos posible en una de las disciplinas más exigentes del planeta deporte. No en vano, su manual de entrenamiento ya contempla el ciclismo y el atletismo -éste último lo practicaba desde pequeño- y observa el triatlón como una vía de escape en vistas a su futuro dentro del mundo profesional, prorrogando su brillante currículo como nadador, en el que tiene como desafío personal bajar de los quince minutos en 1.500. Después, llegará el momento de soñar por partida triple.